CORONAVIRUS

Un pueblo del País Vasco resiste a la COVID-19: ningún caso hasta la fecha

Ayuntamiento de Beizama

Beizama, una localidad guipuzcoana de 167 habitantes, no ha notificado ninguna infección por coronavirus desde el inicio de la pandemia.

Beizama, un pueblo de 167 habitantes, es el único municipio de Guipúzcoa donde no se ha producido ningún contagio conocido por coronavirus. La localidad, en pleno monte Urraki, se encuentra en el medio de la provincia, a unos 10 kilómetros de Tolosa.

El alcalde de Beizama, Peio Otaegi, achaca esta situación a "las ventajas de vivir en el monte", a unos 500 metros de altitud. En la localidad vasca, muchos vecinos hacen su propio pan y queso, otros tienen huerta, "por lo que evitan tener que desplazarse a otras ciudades para hacer la compra y, por lo tanto, reducen el riesgo de contagios".

Los vecinos de Beizama suelen ir a hacer recados a Azpeita o Tolosa, las dos grandes localidades más cercanas, todos los días. Ambos municipios han tenido altas incidencias por coronavirus que, en ningún momento de la pandemia, han salpicado a Beizama. "Si haces caso y cumples las normas, te pones la mascarilla y tienes cuidado, al final da resultado", indica el primer edil.

Cumplimiento de normas

Otaegi insiste en que los vecinos, generalmente, han tenido un comportamiento ejemplar. "Muchos de ellos son mayores y no se pueden andar con bromas", explica el alcalde. Sin embargo, en los últimos meses han tenido que advertir a algunos ciudadanos que no cumplían con las medidas.

Así lo expone José Luis, que regenta junto con su familia el único bar de Beizama, el Ostatu Zaharra. "Hemos tenido que llamar la atención a algunos clientes que no usaban la mascarilla", lamenta. Aunque el respeto de las medidas ha sido la tónica general en las calles del municipio, el enclave natural en el que se sitúa ha provocado alguna que otra aglomeración durante este fin de semana ante las nevadas en el alto de Santa Ageda.

Mientras tanto, la actividad hostelera permanece suspendida en la localidad hasta que mejore la situación. "Todas las normas se han cumplido en los parques, pero aquí tenemos difícil abrir la terraza del bar por las bajas temperaturas", señala el regente del Ostatu Zaharra.