Burgos registró el sábado la peor cifra de nuevos contagiados por coronavirus desde que comenzó la pandemia: 596 positivos y 5 fallecidos. De esta forma, la cifra total se sitúa en 18.951 infectados y 369 víctimas mortales.

La ciudad está totalmente desbordada y presenta una incidencia de 1.700 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. El colectivo más afectado es el de la franja de 15 a 25 años, pero el virus castiga a todos los tramos demográficos.

"No vemos luz al final del túnel"

Debido a la preocupante situación, Daniel de la Rosa, alcalde de la urbe, ha solicitado herramientas para ordenar el confinamiento domiciliario: "No vemos luz al final del túnel". Por ello, el edil admite sin tapujos que "estamos en el filo de la navaja".

La presión sobre su sistema hospitalario es asfixiante: el 75% de las camas están ocupadas y las UCI, "tensionadas". Para hacerse una idea del impacto de las cifras, el ejemplo más gráfico es del Hospital Universitario de Burgos. El centro cuenta con 254 hospitalizados con coronavirus y su UCI alberga a 45 pacientes, lo que supone que se encuentra al 143 por ciento de su capacidad habitual.

Los hospitales de la ciudad han sumado en dos semanas un 46 por ciento más de pacientes en planta y UCI, estando estas últimas unidades ocupadas en un cien por cien por pacientes COVID, por encima de la media autonómica del setenta por ciento. Por ello, el Colegio Oficial de Médicos hizo ayer un llamamiento a los facultativos jubilados para que, de forma voluntaria, puedan ayudar.

Limitación de reuniones

A la espera de la asistencia legal que permita el aislamiento, la Junta de Castilla y León ha tratado de limitar los posibles contactos sociales, reduciendo a un máximo de tres personas las que pueden coincidir en una reunión privada.