CORONAVIRUS

Uno de cada cinco pacientes de COVID-19 sufren algún trastorno mental posterior

Luis Torres

Esta conclusión llega tras publicarse un estudio en la revista especializada "The Lancet Psychiatry". Ansiedad, depresión e insomnio son los más comunes, pero hay más.

Superar la COVID-19 supone una inmensa alegría para muchos pacientes que se contagian. Los datos de fallecidos en el mundo hace pensar que pasar la enfermedad ya sea una buena noticia. Sin embargo, para muchos de esos pacientes el calvario no acaba ahí: sufren importantes secuelas posteriormente. Y no solo físicas.

Importantes secuelas mentales posteriores a la COVID-19

Según un estudio publicado por la revista especializada 'The Lancet Psychiatry', uno de cada cinco pacientes (un 20%) sufre algún trastorno mental en los tres meses posteriores tras superar la enfermedad. Entre los más comunes está la ansiedad, depresión e insomnio. No obstante, los investigadores de este estudio apuntan que también se han detectado niveles altos de demencia y daño cerebral."Nuestro estudio demuestra que el riesgo de sufrir problemas de salud mental es real", apunta el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Oxford, Paul Harrison.

Se han analizado los expedientes sanitarios de unos 69 millones de personas en Estados Unidos, entre los que se encontraban más de 60.000 contagiados por el coronavirus. Todos los casos que han presentado secuelas mentales posteriores a la enfermedad, nunca las habían tenido.

Tener algún trastorno mental supone un riesgo mayor para contagiarse

Además, el mismo estudio concluye que las personas que ya sufrían algún trastorno mental tienen hasta un 65% más de probabilidades de contraer la enfermedad. "Este virus afecta el sistema nervioso central y eso podría aumentar desórdenes relacionados. Este estudio confirma que no lo sabemos todo y que el riesgo crece si hay enfermedades mentales previas", ha dicho Simon Wessely, profesor de Psiquiatría en el King's College de Londres.

Las secuelas posteriores a la COVID-19 son muchas

Esta no es la primera vez que se apunta que la COVID-19 deja secuelas importantes, ya sea de forma física o mental. Algunos testimonios de pacientes han comentado que sufren problemas para recuperar el habla, la movilidad de las extremidades, problemas respiratorios o de concentración... Sobre todo, estos problemas posteriores se presentan en personas que han sufrido la enfermedad de manera más grave o que han tenido que estar ingresados en UCI.