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Muere un voluntario brasileño que participaba en las pruebas de la vacuna de Oxford

Por secreto legal, no hay información oficial sobre si el participante recibió la cura o el placebo. Los ensayos clínicos de la fase 3 continuarán.

Un voluntario brasileño que participó en las pruebas de la fase tres de la vacuna de Oxford ha fallecido por complicaciones de la COVID-19, tal y como desveló el diario O Globo. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), aseguró que "el proceso sigue evaluándose", además de confirmar que las pruebas en Brasil seguirán adelante pese a este contratiempo.

Según desveló el periódico, el deceso se produjo el pasado jueves y la ANVISA fue informada el lunes. Los desarrolladores de vacunas ya compartieron con la agencia los datos de la investigación que realizó el Comité Internacional de Evaluación de Seguridad sobre el caso.

El informe constató a través de fuentes vinculadas que el voluntario no recibió la dosis de la vacuna, sino el placebo. Pero por secreto legal, ni el laboratorio ni los centros responsables de las pruebas ni la ANVISA informaron oficialmente sobre si el participante recibió el placebo o no. Según han informado O Globo y Bloomberg, citando fuentes de la investigación, el fallecido no recibió la vacuna contra el coronavirus.

Los ensayos de la vacuna continuarán

Los ensayos ahora continuarán. La universidad británica de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca seguirán con las pruebas de su vacuna porque según explicó la institución académica en un comunicado, el fallecimiento fue objeto de "una cuidadosa evaluación" en la que no se hallaron elementos que susciten preocupación por la seguridad de la vacuna. "La revisión independiente, además del regulador brasileño, han recomendado que siga el ensayo", indicó en el texto.

Hay que recordar que la mitad de los voluntarios del ensayo, que cuenta con más de 20.000 personas, recibe la vacuna y la otra mitad recibe una sustancia utilizada como placebo.

La primera vacuna testada en Brasil

La vacuna de Oxford y AstraZeneca fue la primera que comenzó a probarse en Brasil. Así, la ANVISA dio luz verde a los test el pasado 2 de junio, con lo que a finales de dicho mes, comenzó a aplicarse en miles de voluntarios de varios estados del país, especialmente profesionales sanitarios.

El Gobierno brasileño alcanzó el pasado mes de agosto un acuerdo de compra de 100 millones de dosis de este remedio, que además contempla la transferencia de la tecnología necesaria para que pueda fabricarse en las instalaciones de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro.