La Audiencia Nacional rechaza suspender el cierre de Madrid de forma cautelarísima

La Audiencia Nacional ya se ha pronunciado sobre la petición, por parte de un abogado, de suspender de forma cautelarísima la Orden del Ministerio de Sanidad con la que se han establecido medidas en varios municipios de Madrid.

Así, ha decidido rechazarla porque "no concurren las razones de especial urgencia" para la suspensión sin escuchar las alegaciones de Sanidad, aunque advierte que deben impugnarse las acciones posteriores de las comunidades autónomas. "La afección tendrá lugar cuando las destinatarias de los actos administrativos impugnados, las CCAA y las ciudades de Ceuta y Melilla dicten resoluciones adoptando medidas que, directa e individualmente, afecten a los ciudadanos", explica el auto, al que ha tenido acceso Cadena SER.

De esta forma, se considera que "por sí mismas, en ausencia de la ulterior actividad administrativa de las comunidades, no producen afección directa de los derechos fundamentales del actor". Ahora se tramitará para decidir si se toma alguna medida por el trámite de cautelares, aunque ya teniendo en cuenta las alegaciones del Ministerio de Sanidad.

Recurso de la Comunidad de Madrid

Tras rechazar este recurso, ahora la Audiencia Nacional todavía tiene sobre la mesa un segundo pronunciamiento sobre este mismo asunto, tras el recurso interpuesto por la Comunidad de Madrid a finales de la pasada semana. El equipo de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad, solicitó medidas cautelares en lugar de cautelarísimas, lo que amplía los plazos para la decisión.

El recurso fue admitido a trámite este sábado y la Audiencia Nacional dio un plazo de diez días a la Abogacía del Estado para presentar las alegaciones oportunas. Días antes, la comunidad presentó un recurso de 16 páginas contra la Orden del Ministerio de Sanidad por la que entraban en vigor las medidas adoptadas en el Consejo Interterritorial de Salud. Desde el ejecutivo de la región destacaron que no hubo unanimidad en el acuerdo y denunciaron una invasión de competencias.