CORONAVIRUS

Un español vacunado contra la COVID-19: "Lo peor fueron las primeras horas"

El virólogo Javier Cantón afirma sentirse "bastante bien" después de tener unas décimas de fiebre y un pequeño malestar general el día en el que se vacunó.

A finales de agosto, Salvador Illa, ministro de Sanidad anunció que España formaría parte del ensayo clínico de la vacuna contra la COVID-19 que desarrolla la farmacéutica Janssen, propiedad de Johnson & Johnson. Así, la fase 2 de esta vacuna, AD26 COV2 S, comenzó su ensayo clínico en nuestro país el pasado 14 de septiembre en el hospital Marqués de Valdecilla de Santander. Al día siguiente, empezó en los recintos madrileños de La Paz y La Princesa, que tuvieron que retrasar el inicio debido a un "problema" con el laboratorio. Por su parte, en Estados Unidos se está solapando con la fase tres.

El virólogo Javier Cantón es uno de los 190 españoles que se prestó voluntario y ya está probando este fármaco contra el coronavirus. Hace diez días le inocularon la primera dosis en el Hospital de La Paz y, tras un pequeño malestar en las primeras horas de recibir la vacuna, afirma sentirse bastante bien porque ya no presentó más síntomas. "Lo peor fueron las primeras horas, pero no llegué ni a 38ºC de fiebre, sino que fueron unas décimas y un poquito de mal cuerpo la misma noche que me vacunaron, después fue bastante bien", explicó en Antena 3 Noticias Fin de Semana.

No obstante, aún tienen que inyectarle el material genético del coronavirus para comprobar si realmente ha generado inmunidad ante él, lo que puede ser el momento más delicado del ensayo, pues no sabe si le administraron el fármaco o un placebo: "No nos dicen a quiénes nos vacunan y a quiénes no. La idea es que después de una o dos dosis, probar con el coronavirus que tiene la vacuna y ver cómo respondemos ante ello".

¿Por qué participó en el proyecto?

Cantón afirmó en la entrevista que su familia se mostró temerosa ante la idea de que se presentara como candidato para probar esta vacuna experimental, pero aseguró que confiaba en la ciencia porque había habido ensayos similares con buenos resultados: "En un principio sí que me dijeron que cómo me atrevía con esto, pero hay estudios científicos basados en esta misma plataforma que se ha probado, por ejemplo con ébola, y la verdad es que ha ido muy bien. Cambiando un poquito de ébola por un poquito de coronavirus tampoco creo que yo sea muy perjudicial".

Respecto al motivo por el que se presentó al ensayo, confesó que, además de por curiosidad, lo hizo porque lo consideraba "necesario" en esta "situación bastante excepcional" que estamos viviendo. "Me encantaría que alguna vacuna llegue hasta el final y si hacen falta voluntarios que no sea porque no nos atrevemos", sentenció.