ACTUALIDAD

Hallan el anillo de boda de un fusilado por el franquismo

El 1 de septiembre comenzaron las tareas de exhumación en El Espinar (Segovia) para encontrar los restos de al menos 17 milicianos republicanos asesinados.

El pasado 1 de septiembre comenzaron en El Espinar (Segovia) los trabajos de exhumación para encontrar los restos de al menos 17 milicianos republicanos asesinados al inicio de la Guerra Civil en defensa de la Sierra del Guadarrama en 1936. Uno de los grandes hallazgos ha sido un anillo con una fecha inscrita en su interior: 1 de junio de 1931.

Este objeto conmemoró la boda de Eugenio Insúa y su mujer Irene Serrano y Bartolomé, lo que ha permitido a su familia saber que su allegado está bajo esa tierra. Así lo ha confirmado su nieta Irene Herrera en declaraciones al programa La Ventana de la Cadena Ser.

Con gran esperanza

"Estamos muy emocionados. Nos preguntaron la fecha de la boda de mis abuelos, lo consultamos en el certificado de matrimonio, y cuando vimos la misma fecha comprobamos que, efectivamente, ahí está enterrado mi abuelo. Pensábamos que estaba ahí, teníamos la certeza, y ahora que ha aparecido el anillo la esperanza es enorme", explicó.

Rosa María, de 84 años de edad e hija de Eugenio Insúa, lleva varios años promoviendo la exhumación de esa fosa común y mostró su satisfacción: "Ya lo creo que me podéis dar la enhorabuena, ha sido una alegría muy grande".

Enviada a Barcelona

Perdió a su padre cuando ella tenía solamente seis meses de vida y "la República nos mandó a Barcelona para ayudar a mi madre económicamente. Estuvimos en una especie de torre donde vivíamos muchas familias. Después tuvimos que huir a Francia. Fue muy peligroso porque al bajar del tren mi madre tuvo que tirar toda la ropa que llevaba, huir con dos niños", relató.

Respecto a la forma de morir de su padre, cree que "salió como otros compañeros a El Espinar y parece ser que sufrió una emboscada. Les sorprendieron en una calle que bajaba, allí se encontraron con un grupo de falangistas y todos murieron. Y por eso sabíamos que estaba en El Espinar, sabíamos que era allí donde le habían matado".

Pese al dolor y los recuerdos, aseguró que el esfuerzo ha merecido la pena: "Ha sido una tranquilidad muy grande, nosotros tuvimos desde siempre muy marcado que mi padre había sido asesinado allí". Finalmente, si las pruebas de ADN lo confirman, el cuerpo de Eugenio podrá descansar al lado del de su mujer.