El Vaticano ha desmentido este martes por la tarde las declaraciones que hizo Pedro Sánchez en una entrevista publicada por el periódico Corriere della Sera el 8 de julio. En ella, el presidente socialista afirmaba que el papa Francisco le había ayudado con la exhumación de los restos de Franco, mientras que la Santa Sede asegura que no intervino.

La postura del Vaticano

“Francisco es un papa carismático, espero poder encontrarle. Le cuento una cosa: En el tema de los restos de Franco me ha ayudado”, reveló Pedro Sánchez en el periódico italiano. De esta forma explicó el presidente del Gobierno el decisivo papel del Pontífice con la comunidad Benedictina del Valle de los Caídos. “Hay una comunidad de benedictinos muy contraria a la exhumación. He pedido la intervención del Vaticano. Y todo se ha resuelto”, añadió.

Sin embargo, 13 días después, el Vaticano ha emitido un comunicado explicando que la Santa Sede “no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia”. En el anuncio, el Vaticano también destaca que “ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes” y que “ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno”, los principales responsables de tomar la decisión de exhumar los restos.

Segunda corrección

No es nada habitual ver al Vaticano desmentir a otros Gobiernos, especialmente si la relación con ellos es buena, como en el caso de España, o pueden influir notablemente en el mundo católico. Sin embargo, esta es ya la segunda vez que ha matizado al Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre la exhumación de Franco.

El pasado 30 de octubre, apenas seis días después de que los restos fueran exhumados del Valle de los Caídos, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se reunió con el secretario de Estado, Pietro Parolin, para intentar encontrar un punto de apoyo a las resistencias de la Iglesia en España. Ese mismo día, Calvo aseguró a los medios de comunicación que la Santa Sede estaba de acuerdo en buscar una alternativa para los restos de Franco con el fin de que no fueran enterrados en la catedral de la Almudena.

Poco después, llegó la matización. La Santa Sede precisó que “el cardenal Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación”. Y completó el comunicado confesando que era verdad “que la señora Carmen Calvo expresó su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia”. Una solución que “al cardenal secretario de Estado le pareció oportuna”, según destacaba el texto.