"La relación de Felipe VI con Juan Carlos está totalmente rota"

El anuncio del exilio del rey emérito Juan Carlos I a raíz de las últimas informaciones aparecidas sobre su presunta implicación en varias sociedades opacas para mover grandes cantidades de dinero ha vuelto a poner de relieve el cisma que en los últimos meses ha tenido lugar en la Casa Real.

Ese cisma afecta sobre todo a la relación entre don Juan Carlos y su hijo, el actual Rey de España Felipe VI, y más aún desde el pasado 15 de marzo, coincidiendo con la entrada en vigor del estado de alarma para frenar el avance de la pandemia del coronavirus.

Ese día la Casa Real anunciaba a través de un comunicado que Felipe VI renunciaba a la herencia de su padre y que le retiraba su aportación anual, que rondaba los 200.000 euros. La razón fue la aparición de varias informaciones en las que se apuntaba que Juan Carlos I aparecía como primer beneficiario de varias fundaciones offshore.

Pocas semanas después, en una entrevista al Diario de Noticias de Portugal, la periodista especializada en Casa Real, Pilar Eyre, manifestaba que la situación en Zarzuela era insostenible. "La relación de Juan Carlos con Sofía se rompió hace mucho tiempo. Con sus hijas sí mantiene relación porque le aman y ha sido un buen padre. Pero con Felipe la relación está completamente rota. Juan Carlos nunca perdonará a su hijo y viceversa".

Otro de los motivos que ha podido motivar la difícil relación entre Felipe VI y don Juan Carlos puede estar relacionado con un episodio ocurrido en junio de 2017 durante la celebración del 40 aniversario de la Constitución de las Cortes, tal y como señala el diario El País. En aquel acto Felipe VI dejó fuera a su padre por razones de protocolo, emplazándole a sentarse en la tribuna de invitados a lo que don Juan Carlos le contestó. "No pienso estar en el gallinero". La Casa Real intentó simbolizar esa reconciliación durante la misa del Domingo de Resurrección de 2018 aunque finalmente este lunes don Juan Carlos ha decidido dar un paso a un lado con su exilio voluntario para no manchar a la Corona, la institución a la que ahora representa su hijo después de abdicar en 2014.