Cuáles son los riesgos de compartir tapas y qué precauciones tomar

Llegó la desescalada y posteriormente la nueva normalidad y los bares, restaurantes y terrazas fueron recobrando poco a poco su actividad. Las reuniones sociales se multiplicaron en torno a una mesa, unas raciones y unas cervezas, pero empezaron a surgir las dudas entre los clientes. ¿En tiempos de coronavirus, es seguro compartir unas tapas en un restaurante?

Los expertos en alimentación aseguran que no hay peligro e insisten en que el riesgo no está en compartir comida, sino en lo cerca que estemos de otras personas. Es decir, la distancia social de nuevo será clave para evitar la transmisión del virus, porque si una de las personas con la que estamos comiendo está infectada hay muchas más probabilidades de contraer la enfermedad vía aérea que no por pinchar en el mismo plato.

Asimismo, en estas situaciones las autoridades sanitarias reclaman la utilización de la mascarilla, un elemento protector que solo debe quitarse cuando una persona va a beber o comer. Mientras, la mascarilla debe cubrir boca, nariz y barbilla.

¿Qué pasa con la comida preparada y envasada?

Durante estos días de estado de alarma, también se han sucedido los encuentros familiares en los que nos hemos intercambiado comida preparada o hemos preparado comida para nuestros mayores. El riesgo en este caso vuelve a estar en el acto de entrega de este plato precocinado que en la comida en sí. Por eso, se recomienda utilizar mascarilla en el momento que damos ese táper. Asimismo, en vez de darlo en mano, se aconseja dejarlo en un lugar neutral y que sea la otra persona el que la recoja, para salvaguardar en todo momento la distancia social.

Por último, en el preparado de los alimentos, los expertos alimenticios recuerdan la importancia de lavarse las manos antes de cocinar, más si cabe en esta situación, aunque no es fundamental el uso de la mascarilla. Por último, en el empaquetado de los envases, se recomienda envolver el alimento en plástico o aluminio o en un envase lavable para evitar posibles contaminaciones en el trayecto.

En definitiva, las posibilidades de contraer el coronavirus por los alimentos son muy bajas. Lo más importante sigue siendo el uso de la mascarilla, la distancia social de mínimo 1,5 metros y el frecuente lavado e higiene de manos.