Coronavirus

Cataluña pide que Barcelona y Lleida pasen a la fase 3 el jueves

Marta Pérez

La Generalitat basa su solicitud en la buena evolución epidemiológica. La última fase de la desescalada sólo duraría tres días, hasta el domingo 21.

La Generalitat de Cataluña ha solicitado formalmente al Ministerio de Sanidad que Barcelona y su área metropolitana y el área sanitaria de Lleida avancen a la fase 3 de la desescalada a partir del próximo jueves. El Departamento de Salud del Ejecutivo autonómico argumenta una buena evolución epidemiológica en ambas regiones, con una tendencia a la baja de nuevos casos. Además, destaca el impulso que se ha dado a la Atención Primaria para aumentar la capacidad de diagnóstico y el seguimiento de los casos ya confirmados.

Si Sanidad acepta la solicitud efectuada por Cataluña, tanto Lleida como Barcelona y su área metropolitana iniciarían la última fase de la desescalada, una fase que sólo duraría tres días, hasta el domingo 21 de junio, cuando finalizará la última prórroga del estado de alarma y por tanto se levantará esa alarma, vigente desde el 14 de marzo por la pandemia del coronavirus.

De la fase 2 a la nueva normalidad

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció el pasado viernes cuando comunicó qué provincias avanzaban a la fase 3 de la desescalada que si territorios como Madrid y Barcelona seguían en fase 2 el 21 de junio, pasarían directamente a la nueva normalidad, sin ni siquiera haber estado en la última fase de la desescalada, puesto que ese día se levantará el estado de alarma.

Ahora, el Gobierno presidido por Quim Torra plantea que al menos durante tres días estas dos zonas estén en la fase 3 de la desescalada, que flexibiliza las medidas impuestas en la fase 2, sobre todo en cuanto a la limitación de aforo que se establecen en comercios, establecimientos hosteleros o espectáculos culturales.

Condiciones nueva normalidad

Pase o no por la fase 3, el domingo Barcelona y Lleida iniciarán junto al resto de Cataluña la nueva normalidad, pero eso no significará que se levanten todas las restricciones impuestas durante el estado de alarma y la desescalada. El Ejecutivo autonómico tendrá que determinar cómo se desarrolla la nueva vida diaria, las limitaciones que se imponen y cuáles son las condiciones que se tienen que cumplir, como ya ha hecho Galicia, que este lunes ha iniciado la nueva normalidad.

Barcelona y Lleida han llevado ritmos más lentos en el proceso de la desescalada. La capital catalana inició la fase 1 de la desescalada el pasado 25 de mayo, cuando algunos territorios ya iniciaban la fase 2. Lleida empezó la desescalada el 18 de mayo, una semana después que comenzarla desescalada, pero un rebrote de contagios le obligó a permanecer en la fase 1 tres semanas. Desde entonces, las dos áreas han caminado juntas en la desescalada. Ahora piden empezar el próximo jueves la fase 3.