CORONAVIRUS

Inteligencia artificial para detectar el coronavirus a través de la voz

FREDRIK SANDBERG

Biometric Vox, empresa tecnológica española, pretende crear una biblioteca de sonidos que permita determinar si una persona está contagiada o no.

Detectar el coronavirus a través de la voz. Así funciona el proyecto de Biometric Vox, empresa tecnológica española de inteligencia artificial, que pretende identificar la COVID-19 en la voz o en la tos de una persona a través de un algoritmo. Pese a que se encuentra en fase inicial, se está realizando una especie de biblioteca de sonidos, diferenciando las voces de quienes estén sanos, los que hayan dado positivo o los que estén ya curados.

Este algoritmo identificará una serie de marcadores en las voces para establecer una correlación entre los mismos y la enfermedad. A través de un sistema de inteligencia artificial, se traduciría la voz, que le indicaría al médico si una persona está sana, enferma o dudosa. Con este método, se podría evitar en gran parte la dependencia de los test rápidos, cuya disponibilidad es limitada, además de tener un precio elevado.

Debido a que la dificultad respiratoria es uno de los principales síntomas del coronavirus, una de las claves podría estar en este estudio de la voz. Así lo explicó Carlos Gavilán, director de Desarrollo de Negocio de Biometric Vox, en Teknautas: "Gracias a la posibilidad de utilizar algoritmos basados en inteligencia artificial, podemos correlacionar los efectos fisiológicos del virus en el aparato respiratorio y fonador con patrones de alteración de la voz".

A la espera de los resultados

Gavilán afirma que los primeros resultados podrían estar listos en "tres o cuatro meses", aunque advierte que podrían no ser concluyentes, puesto que dependen del volumen de la muestra y de cómo se agrupen esas muestras vocales en diferentes grupos según la sintomatología del paciente.

Colaboración

Para llevar a cabo este proyecto, esta firma biotecnológica se ha aliado con el Departamento de Salud del Gobierno vasco, su Instituto de Investigación BioCruces Bizkaia y la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitaria, y con el cardiólogo Domingo A. Pascual Figal, investigador del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.