Debido a que la sanidad pública no está haciendo test diagnósticos a las personas asintomáticas, la única alternativa posible para hacerse un PCR o un test serológico es acudir a una clínica privada. Pero no todo acaba ahí, puesto que para acceder a él, además necesita prescripción médica, tal y como impulsó en su orden el Ministerio de Sanidad.

Estos centros han estado realizando numerosas pruebas, entre 800 y 1.000 al día desde que se decretó el estado de alarma. El único requisito hasta la entrada en vigor de la orden ministerial era el pago del importe correspondiente.

Respecto a los precios, también están regulados. Si alguien quiere hacerse una prueba PCR, deberá desembolsar entre 100 y 140 euros. Son los más fiables que existen en la actualidad, aunque también son los más lentos y para realizarlo, se necesita una muestra de exudado de la nariz o de la faringe.

Por su parte, si la opción elegida es la del test serológico, es algo más económica para los bolsillos y ronda los 60 euros en este tipo de clínicas privadas. Los resultados se obtienen en unos 2-3 días desde su realización.

Preparativos

En el caso de los PCR, no es necesario ningún tipo de preparación previa y se puede comer y beber antes de hacer la prueba. En cuanto a los test serológicos, puede ser que se solicite ir en ayunas para medir algunos parámetros sanguíneos. La única recomendación para ambos es que el paciente acuda con guantes y mascarilla como medida de protección.