Coronavirus

¿Por qué tienes que utilizar la mano contraria a la que siempre usas?

KAI PFAFFENBACH

Además de lavarnos las manos regularmente con agua y jabón o con un desinfectante, usar la mano no dominante puede ayudarnos a prevenir el contagio por coronavirus.

Es bien sabido ya por todos que la higiene forma una parte básica de la lucha contra el coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno de España han insistido desde el comienzo de la crisis del Covid-19 en que la limpieza de las manos y no tocarse la cara son dos aspectos básicos para prevenir contagios.

Como vemos repetido a diario tanto en redes sociales como en los medios de comunicación, conviene lavarse las manos regularmente con agua y jabón o con un desinfectante que contenga alcohol. Esta operación hay que realizarla durante mínimo 40 segundos en cada ocasión. Se trata de una medida simple, pero eficaz que mata al virus.

Las autoridades de Corea del Sur fueron más allá y recomendaron además a sus ciudadanos que utilizasen la mano contraria a la que manejamos normalmente siempre que fuera posible en su vida cotidiana y, especialmente, cuando se encontrasen fuera de su domicilio. Es decir, usar con mayor regularidad la mano no dominante, que en caso de los zurdos es la derecha y en la de los diestros, la izquierda.

Evitar tocarse la cara, el gran objetivo

Se trata de un consejo que tiene mucho sentido si se analiza. Y es que es mucho más probable que nos toquemos la cara en un acto reflejo con la 'mano buena' que con la 'mala'. Con la menos dominante es más difícil que toquemos superficies contaminadas y, por tanto, que el Covid-19 pase a nuestro organismo a través de los ojos, la nariz o la boca. Así que 'luchar' contra nuestra tendencia natural es una manera sencilla y práctica de evitar contagiarse con el coronavirus que no requiere más esfuerzo que la concentración para evitarlo.