LA RUTA DE LA VUELTA

Angelo Conterno remata con fiebre y ayudas en 1956

Angelo Conterno ganó la Vuelta a España de 1956. Ganó en Oviedo y contra todo pronóstico mantuvo el jersey de líder durante 15 etapas más.

Cuando Angelo Conterno cruzó victorioso la meta de Oviedo en la céntrica calle Uría y se enfundó el maillot amarillo en la segunda etapa de la Vuelta a España 1956, nadie podía imaginar que iba a mantenerlo hasta el final, con 15 jornadas por delante. Y eso que el italiano ya había vestido la maglia rosa y había sido quinto en el Giro.

Conterno, apodado Pluma Bianca por su pelo canoso, encontró oro en aquella etapa de 248 kilómetros que partió de Santander. A 25 km de la meta arrancó junto a Roger Walkowiak, un ciclista que ese mismo año hizo historia en el Tour. Dejó al francés, rebasó a Escolá y Marigil, que marchaban fugados, y llegó triunfal a Oviedo con 3:05 sobre los favoritos.

Entre los candidatos estaban Louison Bobet, triple ganador del Tour, y Hugo Koblet, también vencedor en París. El francés llegó a la Vuelta en un avión privado y el suizo, en un Alfa Romeo. Dos estrellas que acabaron haciendo las maletas tras perder cinco minutos en Tárrega.

España también lucía con Bahamontes y Loroño. Los dos rozaron el maillot amarillo en diferentes fases. El vasco llegó a la última etapa, Vitoria-Bilbao, a 43 segundos de Conterno, que se levantó con fiebre alta de 39 grados. Loroño atacó en Sollube junto a Bahamontes y Marigil, y pasó la cima con un minuto. Era líder virtual, cuando una serie de sucesos frenaron su empuje. Por un lado, los italianos subieron remolcando a Conterno, una maniobra que sólo fue sancionada con 30". Por otro, los tres españoles sufrieron pinchazos. Y, por último, Van Steenbergen se vendió a Italia para ayudar a remontar. Loroño se quedó a sólo 13" del título. Y el sorprendente Conterno conquistó la Vuelta.

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