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TOUR DE FRANCIA | ETAPA 9

Impey celebra con Sudáfrica su primera victoria en el Tour

El africano, que ya fue maillot amarillo en 2013, remató con triunfo una fuga de 15 ciclistas con tres españoles: Soler (7º), Cortina (8º) y Herrada (11º).

Daryl Impey celebra la victoria señalándose el maillot de campeón de Sudáfrica.
Daryl Impey celebra la victoria señalándose el maillot de campeón de Sudáfrica.AFP

Fue una etapa de banderas. La de Sudáfrica, que señaló Daryl Impey en el torso para celebrar su victoria en Brioude. Y la de Francia, que ondeó durante todo el recorrido para festejar el Día Nacional, con un francés vestido de amarillo: Julian Alaphilippe.

Hay etapas que están marcadas en el libro de ruta con un rótulo que dice: Escapada. La de este domingo era una de ellas. Los equipos lo saben, por eso su afán es meter a sus corredores dentro del grupo decisivo, o controlar que no se cuele nadie peligroso para la general. Una vez cumplidos ambos objetivos, los de arriba abren hueco y los de atrás dejan ir. Puede ocurrir, como ocurrió, que algún aventurero reaccione tarde y le toque darse un buen calentón para enlazar. Eso le sucedió a Marc Soler, que anduvo una treintena de kilómetros a la caza hasta que atrapó a los fugados en el muro de primera, su terreno. Y también a Rui Costa, que no logró el objetivo, aunque llegó a estar a 20 segundos, y se tiró unos 60 kilómetros en tierra de nadie.

Así se formó la escapada del día con 15 ciclistas en representación de 14 formaciones, por partida doble en el caso del Bahrain. Entre ellos había tres españoles. Más banderas. Jesús Herrada, que ha protagonizado un gran mes de junio con victorias en Luxemburgo y el Mont Ventoux, llevaba colgado el cartel de favorito. Iván García Cortina era candidato si llegaba con opciones a un esprint. Y el trío lo completaba Soler, el más escalador.

A la hora de la verdad, no es fácil rematar en el Tour. Aquí participan los mejores ciclistas del mundo, en el mejor momento de forma de la temporada. Y hasta en las fugas hay jamón pata negra. En las refriegas finales, estás solo contra el resto. Y si no coges el corte bueno, o te remachan en un contraataque, te puedes quedar con las ganas, aunque tus piernas vayan súper. En esas se vio Herrada antes de la última cota, que supuestamente iba a decidir el ganador. Y también García Cortina, aunque en su caso sí entró delante su compañero Tratnik.

Julian Alaphilippe rodó de amarillo en el Día Nacional de Francia.
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Julian Alaphilippe rodó de amarillo en el Día Nacional de Francia.AFP

Marc Soler sí pudo superar esa guerrilla con éxito, pero su candidatura pendía de dos grandes inconvenientes: la paliza que se había pegado en la etapa y su escasa pericia al esprint. No le hizo falta probar su velocidad, porque la gloria se esfumó en el puerto. Daryl Impey batió en la llegada a Tiesj Benoot y celebró la etapa señalándose la bandera de Sudáfrica. Ya en 2013 entró en la historia del Tour al convertirse en el primer ciclista con nacionalidad de un país africano en vestir el maillot amarillo. Richard Virenque, que nació en Marruecos, lo había hecho antes, pero como francés. Un caso parecido protagonizaría Chris Froome, que cogió la prenda al día siguiente y la conservó hasta París, para erigirse como el primer africano, o no, en ganar el Tour. Froome nació en Kenia, al que representó en categorías inferiores, pero ahora compite como británico.

Froome no corre este Tour, aunque sí su equipo, así que volvamos al 2019, a ese pelotón perseguidor que este domingo prefirió avanzar en paz, con Julian Alaphilippe enfundado en el maillot amarillo en el Día Nacional. Hasta 32 franceses han disfrutado de un 14 de julio como líderes. Sólo Romain Bardet, que corría en casa, intentó algo en el último puerto. Este año no le corresponde el protagonismo patrio, que apunta más a Thibaut Pinot, pero quiso dejar su sello. A su estela saltaron Bennett, cuarto de la general, y Porte, que el día anterior no movió ni una pestaña para salvar el maillot de su compañero Ciccone. Así es el australiano. El Ineos, el equipo de Froome sin Froome, restableció pronto el orden. No era día de aguar la fiesta.