Alaphilippe: "Si has llevado el amarillo, no quieres cederlo"

Lo dijo en la previa: “Me gustaría recuperar el amarillo, el trazado se asemeja mucho a la etapa de Épernay”. Y como ese día, Julian Alaphilippe clavó el plan del Deceuninck: acelerón antes de coronar la última cota y “a fuego hasta la llegada”. Aunque esta vez le surgió un acompañante, Thibaut Pinot: “Sabía, en realidad ya lo sabía todo el pelotón, que Julian pretendía desbancar a Ciccone. Así que me puse a su rueda en la ascensión final. Nos entendimos fenomenal y saqué casi medio minuto al resto de los favoritos. Un gran resultado para ambos… y aperitivo para el 14 de julio”. Fuglsang y Mollema les acusaron de ayudarse con las motos, denuncia que ellos rechazaron.

Enric Mas, quien se fundió con Alaphilippe en un sincero abrazo en Saint-Étienne, explicó que el equipo cumplió a rajatabla la táctica que hablaron en el bus: “Controlamos y endurecimos el ritmo para atrapar a los escapados y lanzar a Julian. Thomas de Gendt resultó inalcanzable y le felicitamos también. Sin embargo, logramos nuestro objetivo. Ahora toca disfrutar del jersey, y procuraremos defenderlo hasta la contrarreloj de Pau”.

En la televisión francesa y en L’Équipe consideran que Julian Alaphilippe debe intentar vestir el maillot amarillo hasta que le aguanten las fuerzas. “Como si resiste hasta París. ¿Por qué no?”, se pregunta Laurent Jalabert. Para esta misión piden que Enric Mas deje a un lado su ambición personal y trabaje para Alaphilippe. “Si se trata del hombre de la general y va a concluir el 13º, ¿no sería mejor que se sacrificara por el líder del Tour?”, escribe Alexandre Roos.

L’Équipe llevó a Pinot y Alaphilippe a su portada este sábado, antes de la exhibición conjunta, para valorar el excelente rendimiento de los dos durante las primeras siete jornadas. Más estrellas que Griezmann en el diario deportivo de referencia… y en la Mâcon natal del futbolista tras su fichaje por el Barcelona. Este domingo la compartirán de nuevo casi con total seguridad. Francia vibra con sus “héroes” y piensa que se acabó la espera: “Quizá un compatriota sustituya en el palmarés del Tour a Bernard Hinault (1985). Al fin. Existen motivos fundados para creer”.

Alaphilippe quiere llegar hasta donde pueda, sin marcarse metas ni descartarlas: “Cuando has lucido el amarillo, no deseas soltarlo. Y si lo pierdes, únicamente vale traerlo de regreso. Corro con la motivación de conservarlo lo máximo”. Para Pinot, la cosa marcha con más calma: “No me presiono, no me bloqueará no coger el liderato. Me encuentro en un momento dulce, con buenas piernas. Ojalá mejore mi tercer lugar de 2014”. Y Francia celebrará sus éxitos.