Simon Yates priva a Valverde del maillot rojo por un segundo
Ben King ganó fugado la etapa de La Covatilla, igual que había hecho en La Alfaguara. Dos de dos en llegadas en alta. Nairo Quintana es tercero en la general a 14".
Simon Yates es el nuevo maillot rojo por un segundo sobre Alejandro Valverde. El murciano, veterano en mil batallas, llevaba varios días peleando por las bonificaciones. Sabía que con la general tan apretada como llegaba a La Covatilla, un suspiro te puede separar de la gloria. Y así ocurrió. El inglés del Mitchelton, que ya lució el rosa en el Giro, confirma su candidatura a la Vuelta. A 14 segundos, tercero, asoma Nairo Quintana. El rival. La victoria de etapa fue para Ben King, el dueño de las llegadas en alto. Otra vez remató escapada, triunfal y sufridor, como había hecho en La Alfaguara. Pleno.
Alejandro Valverde encadenaba dos días en la segunda plaza como líder virtual. El Groupama-FDJ discrepaba y honró el maillot rojo de Rudy Molard con el trabajo en cabeza durante gran parte de la etapa. Si había que ceder la prenda, iban a hacerlo con elegancia. Molard claudicó, como estaba previsto, pero la clasificación no corrió el escalafón. El murciano llegó en la segunda andanada de capitanes, a 15 segundos de Yates, y segundo se quedó.
La fuga del día había incluido a algunos ilustres de esta Vuelta. Allí anduvo Maté, en su pelea por el maillot de la Montaña que le llevó a coronar tres puertos de la jornada (18 puntos). Y De Gendt, ese vivaz ciclista que prefiere rodar escapado que ir en pelotón. Y Mollema, que había llegado segundo la última vez que se subió La Covatilla en 2011. Y Ben King, vencedor en La Alfaguara y maillot rojo virtual durante buena parte de esta novena etapa. Y un representante de cada equipo español invitado: Ezquerra (Burgos-BH), Mas (Caja Rural) y Bagües (Euskadi-Murias). Entre otros. Los aventureros mantuvieron el pulso con el Groupama-FDJ, primero, y con el Movistar, después, para alcanzar los diez minutos. Suficiente para alzarse en La Covatilla.
Las hostilidades entre los fugados comenzaron a una veintena de kilómetros. La criba dejó a Ben King y Lluís Mas en la entrada de Candelario, donde la etapa lució un ambientado tramo de pavés en subida. Precioso. Aprovecho un inciso para resaltar lo bonita que se está viendo España en televisión gracias al trabajo de RTVE. Cierro el inciso. El enrachado King se quedó solo en el empedrado y abrió brecha. Sus colegas de fuga le perseguían a un minuto y medio. Y el pelotón, unas veces tirado por el Astana y otras por el Sky, rodaba a seis. Santi Blanco empezó a subir con cinco minutos en 2002 y ganó con 39 segundos. Una referencia.
Mollema se lanzó a la caza de King. El holandés está muy activo en esta Vuelta, donde en otros tiempos jugaba en otra liga: fue cuarto en 2011. Aquel año se vistió de rojo en La Covatilla, pero no pudo lograr la victoria en la cima salmantina. Se le adelantó Dan Martin. Esta vez se volvió a quedar con la miel en los labios. El estadounidense resistió el embate y repitió victoria. King lleva dos de dos en llegadas en alto. Y Mollema: dos veces segundo.
Los gallos corrían su propia etapa, unas veces con el Bahrain o el Bora al frente, otras con el Lotto-Jumbo o el Astana. Antes de comenzar la jornada había tantos candidatos con la mirada en rojo, en torno a una quincena, que nadie se privó de jugar sus cartas con gallardía. No hay patrón en la carrera. El patrón fue La Covatilla. Sobre sus ventosas rampas, el ciclismo dictó su verdad. Se descolgaron primero De la Cruz, Enric Mas, Kwiatkowski, Aru… Luego Bennett, Valverde, Kruijswijk, Pinot, Gallopin, Buchman… En cabeza avanzaron López, Nairo, Izagirre, Kelderman, Urán… Y Simon Yates, el nuevo líder. La ascensión bejarana hizo un primer aclarado, pero el pronóstico continúa muy abierto: los diez primeros están metidos en 48 segundos. Queda mucha Vuelta.