Después de años con el debate inconcluso del cambio del sistema de competición, la crisis del coronavirus ha forzado la aprobación exprés de un nuevo formato liguero que proclamará un campeón con siete partidos en dos semanas tras más de tres meses de parón. ¿Qué quiere decir esto? Dos cosas. La primera, que todo es una gran incógnita. La segunda, que el campeón ACB tendrá esta vez virtudes coperas y quizá un asterisco en el palmarés. Una remisión eterna a lo ocurrido en esta pandemia. El Madrid se adapta bien a los torneos del KO y lo que se filtra del vestuario es que la plantilla está bastante motivada, quizá más que otras que apoyaron con más ahínco la suspensión definitiva.
Laso tiene la baja de Mejri (un fichaje casi sin estrenar), pero contará con 15 de sus 16 jugadores tras la recuperación plena de Llull en estos meses y la de Garuba, que se perdió los primeros entrenamientos en mayo por precaución al haber tenido un contacto de riesgo por el COVID-19. Habrá que ver también cómo le ha sentado la inactividad a Tavares, porque en marzo su estado de forma era imponente. El técnico podrá rotar entre sus tres extracomunitarios (el renovado Thompkins, Deck y Mickey) y elegir dos en cada partido, ya que los blancos tienen aún un amplio margen de cambios por gastar de los 22 totales. El base canterano Juan Núñez, de 16 años y puro talento, completa la expedición.
El reto es cerrar el curso más anómalo de la historia con otro título, que sería el vigésimo de la era Laso y su segundo pleno nacional, tras el de la temporada 2014-15. Entonces también se ganó la Euroliga. Solo en esa ocasión y en la 84-85 el Madrid se llevó la ACB, la Copa y la Supercopa. Un nuevo desafío, en esta ocasión en terreno desconocido.
El Madrid respondió el verano pasado con una cláusula alta y un contrato elevado para retener a Facundo Campazzo. La NBA sigue al acecho y a él le gustaría dar el salto algún día si se le presenta la oportunidad en lo económico y en lo deportivo. Un base deseado y desequilibrante, en el podio de los mejores de Europa, que volverá a ser pieza clave en el devenir del Madrid. La potencia física y la velocidad le dan un plus frente a rivales a los que les costará más coger la forma. En plena madurez, con 29 años, está en racha. Tres MVP seguidos: el de la Liga en junio de 2019, el de la Supercopa en septiembre, el de la Copa en febrero y… Veremos.
