Al menos en la ACB, la temporada del Iberostar fue para enmarcar antes del parón: 14 victorias, 8 derrotas y la sensación de llevar toda la vida junto. La gran paradoja es que en el verano el club incorporó a 11 jugadores. El veterano era Gielo, que sólo había disputado un partido antes de lesionarse.
Dos de esas incorporaciones, Shermadini y Huertas, se están poniendo la liga por montera, y además ya están renovados. La lesión de Yusta, que se pierde toda la temporada, es el único lunar destacado. En esta fase final, son el principal candidato, junto con Casademont Zaragoza, más por sensaciones incluso que por clasificación, a dar el asalto a la élite de la liga, definitivo en el caso aurinegro.
En la primera fase le espera el líder, el Barça, por lo que más le vale llegar entonces con la clasificación resuelta. Nada tiene que temer el equipo de Txus Vidorreta si sus dos grandes pilares mantienen en Valencia el nivel exhibido antes de la maldita cuarentena. Por si fuera poco, con el curso empezado sumó elementos destacados como el de Radoncic, que llegó poco antes de que el virus parara a medio mundo.
El gigante parece haber explotado, si no lo hizo antes, en La Laguna. Desde que llegara a Tenerife se confirmó como uno de los líderes del equipo. Especialmente en la cancha: es el 2º más valorado (23,7), apenas superado por Mirotic, el 4º máximo anotador (18,3) y el 5º mejor reboteador (7,1). Tremendo lo suyo.