El San Pablo Burgos fichó a Joan Peñarroya para que la 2019-20 fuera la temporada en la que el equipo diese el paso definitivo en su consolidación (lleva solo tres años en la élite): estar en la Copa del Rey o en los playoffs era el objetivo. De la cita de Málaga se cayó en la última jornada porque el Retabet Bilbao se cargó al Barcelona y antes del parón por el COVID-19 marchaba décimo en la Liga Endesa (12-11) con los mismos triunfos que el séptimo, el Valencia Basket. En Europa, se ha clasificado para la Final Eight de la Champions de la FIBA en su primera presencia continental.
El Burgos quiere ponerle la puntilla a una temporada para recordar. El gran problema es que su jugador franquicia, Earl Clark, ha sido uno de los 'americanos' de la Liga que ha decidido romper su contrato por la pandemia y quedarse en Estados Unidos. Una baja sensible para un equipo que, seguramente, tampoco podrá contar con Goran Huskic, que ultima su preparación tras pasar por el quirófano en enero por una lesión en el tobillo derecho. Al rescate ha llegado Pablo Aguilar, que tras romper con el Iberostar Tenerife para recuperarse bien de una lesión, vio como la pandemia rompía sus opciones de volver a las canchas en abril: solo jugó un partido con los Kawasaki Brave Thunder.
Peñarroya confía en que lleguen a la fase final de Valencia físicamente bien. Augusto Lima cobrará más peso en la pintura por las bajas y será importante ver cómo de afinada tiene la muñeca Thad McFadden. Un auténtico killer, pero algo irregular. Ferrán Bassas se siente cómodo en Burgos y su gran temporada ha llamado la atención de otros equipos, Benite también está rindiendo a un gran nivel... Un equipo corto de efectivos, pero no de ambición. Valencia puede ser la mejor oportunidad de acabar con nota una temporada para recordar.
El escolta ya demostró antes, en Tenerife y Badalona, la muñeca que tiene. Esta temporada acabó con 7/8 en triples ante el Obradoiro y ha sido capaz de anotar cinco o más triples en seis partidos de este curso. Eso sí, antes del parón de mediados de marzo no atravesaba un buen momento (7/31 en los últimos cinco partidos). Un gran tirador (41% de efectividad), que a veces parece tocado por una varita y otras muestra su lado más terrenal. Parte de las opciones del Burgos en la fase final dependerán de su estado de gracia.