Si hay un equipo para el que la fase final de esta Liga Endesa es especial, ese es el Valencia Basket. El club taronja está haciendo un esfuerzo descomunal para que todo salga adelante de la mejor forma, sin ningún imprevisto. El equipo ha vivido el día a día de la construcción de la burbuja sanitaria en la que es su casa. Y como grupo también quieren estar a la altura.
Los taronjas sueñan con repetir título, tres años después, en el mismo escenario: La Fonteta. Aquella temporada derrocaron al todopoderoso Real Madrid en la serie final procalamándose campeón de Liga por primera vez en su historia. Esta vez será distinto. No habrá ‘soroll taronja’ pero sí estará el recuerdo de aquella noche y un pabellón del que conocen hasta el último milímetro.
El Valencia logró que toda su plantilla permaneciera en la ciudad durante el confinamiento. Incluso fueron los primeros en volver a entrenarse, por lo que Ponsarnau llegará a la cita con un conjunto bastante preparado para la competición. El hándicap aparece en forma de lesión. Guillem Vives, el hombre que aporta equilibrio y le da un plus en defensa, no estará en toda la fase final. El talento de Colom y la versatilidad de Van Rossom deberán cubrir su ausencia en el puesto de base.
En los días más duros de la pandemia, una rayo de luz arrojó por La Fonteta: el Valencia Basket anunció la renovación de Dubljevic hasta 2023, con opción de un año más. El ‘valenciano de Montenegro’ podría cumplir hasta 12 temporadas en el club, siendo el principal referente en la cancha. En 2017 fue el MVP de la final y tres años después llega a la cita con el mismo hambre y ganas de medirse a los mejores pívots del campeonato. Debe ser el jugador desde el que arranque el juego ofensivo del equipo taronja.