Por mucho que el Madrid esté acostumbrado a la taumaturgia, cuando te enfrentas a rivales fuertes, es más conveniente apostar por la estrategia y el sentido común.
Benzema no necesita el Balón de Oro para reivindicarse y, aunque este año no les va a quedar más remedio que dárselo, son otras cosas más importantes las que están haciendo.
Después de que Ancelotti haya dado el paso de meter a Valverde en el once, ahora le toca el turno de darle más protagonismo a Camavinga.
Kroos, Modric, Casemiro llevan tiempo mostrando que les falta gasolina. La aportación de Valverde y Camavinga parece fundamental para dotar de oxígeno al equipo.
Cuando hace cinco años el Madrid fichó a Ceballos, rivalizando con varios equipos importantes, todo el mundo pensaba que el joven utrerano podía tener una carrera importante en el club.
Erradicar el racismo va a costar, máxime cuando algunos clubes todavía coquetean con algunos grupos de delincuentes que tienen en sus gradas.
La gran diferencia entre el PSG y el Real Madrid es el alma: un equipo tiene, el otro no. El alma del Madrid es antigua, forjada a lo largo de los años.
Es apremiante hacer buena la ventaja conseguida en la Liga, porque perderse en distribuciones de minutos y esfuerzos puede conducir a un despiste peor.
Después del fiasco de París, donde el resultado no fue tan malo como las sensaciones, Ancelotti se ha dado cuenta de que tiene que cambiar el plan del famoso bloque bajo.
Mas allá del mal resultado, quedó una imagen de inferioridad física que no invita demasiado al optimismo de cara a la vuelta.
El Real Madrid necesita un recambio para Karim, una vez visto los efectos de su baja ante equipos como el Granada, y a la espera de jugar el partido de ida ante el PSG en Champions.
La Copa y San Mamés forman una ecuación de tercer grado que sólo los muy preparados son capaces de resolver.
La responsabilidad de Vinicius se ha multiplicado exponencialmente en meses, pasando de ser un suplente a casi un jugador franquicia del que se espera lo mejor cada partido.
Ancelotti ha conseguido dotar al equipo de una regularidad impresionante. El equipo está más construido y domina más registros de juego que las últimas temporadas.
El Real Madrid llega en clara ventaja a la semifinal de la Supercopa ante el Barcelona: los blancos llegan con más confianza, con un Vinicius estelar y un Benzema arrollador.
El chico de los memes, el objetivo de las bromas y los chistes crueles resulta que se ha convertido en esencial y los aficionados, le echan mucho de menos.
Una vez olvidados ciertos inventos raros y recuperados algunos lesionados, Ancelotti dio con el estilo que mejor le viene a este Real Madrid.
Se volvió a ver un futbolista vertical, mostrando su talento rodeado de contrarios, atreviéndose en el regate y en la llegada al área. Si sigue así, Eden puede ser el mejor refuerzo de invierno.
La presencia de Benzema y Luis Suárez convertirá el derbi en un combate de pegadores, un duelo de dos tipos que, con estilos diferentes, tienen la portería contraria entre ceja y ceja.
Ancelotti, que lleva años martilleando con el concepto del equilibrio, se ha dado cuenta de que su equipo muchas veces está más seguro con un bloque defensivo bajo.
Aunque el cuarto puesto de Benzema en el ránking del Balón de Oro ha levantado algunas ampollas, no hay mejor desprecio que no hacer aprecio.
El Madrid afronta un calendario súper exigente hasta Navidad, nueve partidos en apenas un mes y Carletto tiene que pensarse muy bien la dosificación de la plantilla
El futbolista ha vuelto a sentir la indómita llamada de la patria galesa. Solo falta que vuelva a sacar su bandera con aquel 'Wales, Golf, Madrid. In that order'.
La gran noticia es la confirmación de una pareja de centrales de largo recorrido, porque el dúo formado por Alaba y Militao ha despejado todas las dudas.
No parece que los de Carletto estén para exhibiciones de dominio y posesión sino más bien para estar precavidos y esperar su momento.
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