Cuidar más a Benzema

Cuando Karim Benzema se retiró lesionado ante el Elche, era hasta entonces el sexto jugador del equipo más utilizado por Ancelotti. No solo eso, además era el veterano que más minutos había disputado, muchos más que Kroos o Modric. Al final ha pasado lo que podía pasar, después de un aviso en diciembre, la musculatura del francés ha terminado pagando un sobreesfuerzo para un futbolista de 34 años.

Por mucho que se cuide y se conozca, Benzema no puede aguantar el mismo ritmo de partidos que un chico de veintitantos, y mucho menos habiendo vuelto a la selección francesa. Claro, hay que entender la postura del entrenador, que conoce la diferencia abismal que supone en su equipo contar o no con el delantero francés: el Madrid sin Karim está cojo, por no decir amputado. Pero ese es un problema estructural que no se ha podido solucionar por la dimisión de Hazard y porque los otros atacantes de la plantilla, Jovic y Mariano, han resultado parches fallidos.

El equipo necesita otro delanterazo y bien podría haber sido Vlahovic, que este mercado invernal se puso a tiro con una llamada de la Fiorentina para ver si el Madrid entraba en la puja con la Juve. En el club gustaba mucho y, si no hubiera estado todo apostado a la llegada de Mbappé en verano, el serbio podría haber recalado en Chamartín porque las finanzas blancas están infinitamente mejor que las turinesas. Como se decidió esperar a Kylian, no queda otra que cuidar más a Karim, reservarlo para que llegue completamente recuperado a la eliminatoria del PSG, aunque sea para la vuelta, y rezar para que no haya una recaída.