NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Invierno sin Vinicius

La ausencia es una forma de invierno es un poema del gran Luis García Montero que describe maravillosamente la tristeza y nostalgia que provoca la falta de un ser querido. Pues así se queda el Madrid cuando falta Vinicius, en blanco, helado. Aunque en los últimos partidos se vio al brasileño menos fino que otras veces, su sola presencia provoca una agitación en el ataque que no le dan ni de lejos otros compañeros.

Hay una máxima en el fútbol que no van a poder cambiar ni los nuevos entrenadores ni los nuevos teóricos, y es que un futbolista que elimina por sí solo a rivales es un tesoro incalculable. Tanto Rodrygo como Asensio, que han hecho una campaña aceptable hasta ahora, carecen de ese vértigo y, sobre todo, de esa constancia en el desborde que termina afectando al sistema defensivo de los rivales. Puede ser que no le salga a la primera o a la segunda, pero Vini va a seguir intentando el desequilibrio y eso va a obligar al equipo contrario a reforzar esa zona, con lo que en otros lugares del campo tendrá que desproteger su planteamiento de contención. Hay ocasiones en las que la única manera de parar al brasileño son las faltas, que también se convierten en oportunidades de ataque. Hazard, que en Getafe intentó el uno contra uno en más ocasiones, todavía no está al nivel que debería y, aunque siga mejorando, será difícil que alcance el perfil de indispensable que tiene ahora Vinicius.

El chico de los memes, el objetivo de las bromas y los chistes crueles resulta que se ha convertido en esencial y los aficionados, no sólo los madridistas, le echan mucho de menos cuando no está en el campo. Porque un partido sin sus carreras, desbordes y fantasías es más aburrido y más lineal, como un invierno que te deja en blanco y sin emociones.