Refrescar el motor
Después del fiasco de París, donde el resultado no fue tan malo como las sensaciones, Ancelotti se ha dado cuenta de que tiene que cambiar el plan del famoso bloque bajo. El italiano ha reconocido que va a intentar que su equipo presione más arriba cuando no tenga la pelota para no quedar tan a merced del rival como vimos ante el PSG. Pero para presionar bien a campo abierto hay que tener muchas piernas y frescura, porque si llegas tarde a esa presión o no la realizas de manera uniforme facilitas al rival el camino de tu portería.
Es más, la idea de esperar más atrás se concibió para evitar sobreesfuerzos a los veteranos, para proteger a Modric y a Kroos, que ya no están para partidos de ida y vuelta permanente. Si ahora Carletto quiere que sus centrocampistas vayan más arriba a por el rival va a tener que poner más oxígeno en esa línea. Para ello tiene dos opciones: meter un jugador más y optar por un 4-4-2 o dar entrada en el once a jóvenes como Valverde y Camavinga para que los veteranos descansen. Hay dos partidos de Liga antes de la vuelta con los franceses y, aunque sean muy importantes, tienen que servir para probar ese cambio de marcha y ese refresco para evitar que a alguno se le gripe el motor.