Una pareja unida y duradera

Nos acercamos al primer tercio de temporada y en el Madrid, aparte del asentamiento en el once de Vinicius, la gran noticia es la confirmación de una pareja de centrales de largo recorrido, porque el dúo formado por Alaba y Militao ha despejado todas las dudas sobre su nivel de competición. El brasileño, al que nada más llegar colocaron el cartel de fracasado cuando se mostraba dubitativo en las pocas oportunidades que tenía, demostró que jugando con regularidad iba adquiriendo una seguridad y competencia que pocos les suponían. Con 23 años su capacidad física está fuera de duda y en unos meses se ha mostrado ganador en la mayoría de los duelos exigentes que ha tenido. Decidido y rápido en el corte, fuerte y expeditivo en el juego aéreo, Militao ha pasado de sospechoso a indiscutible.

Sobre Alaba no había dudas. Hasta los "ramistas" más recalcitrantes sabían que venía un bicho contrastado al que difícilmente le iba a asustar el reto de jugar en una de las defensas más exigidas del mundo. Puede jugar en otros sitios, su físico y calidad se lo permitirían, pero habiendo cambiado la pareja titular de centrales de los últimos años, era estratégico asentar primero esa zona tan fundamental en el equipo. Antes que utilizar su polivalencia, había que fomentar la compenetración y simbiosis con Militao, buscan la continuidad y la adaptación de ambos. El austriaco no es un joven, pero a sus 29 años parece capacitado para rendir varias temporadas al máximo nivel.

El valor final de la pareja lo darán los títulos, como todo en el Madrid, pero se aventura una pareja de larga duración en la que Militao, que tiene un contrato de los más bajos, también tendrá que subir sus emolumentos. El relevo funciona y, ahora, nadie se acuerda de Sergio Ramos ni de Varane.