¿Se imaginan a Zidane pidiendo disculpas al vestuario por el comportamiento de David Bettoni? Seguro que no, ¿verdad?.
Tenemos a Vinicius y a Ansu Fati que vienen a sumarse una larga lista y que aportan el mismo aire fresco que ofrecieron en su momento sus antecesores.
Ramos no es para Zizou exactamente como los demás. Porque su historia personal no es comparable con ninguna de las que existen en la actual plantilla.
La vuelta de Hazard no viene a solucionar problemas, porque no existen, sino a aportar un plus de calidad, a marcar la diferencia en las citas decisivas.
Zizou no quiere que se le recuerde como a un técnico que impone un estilo o un sistema táctico muy concreto, como a alguien inamovible con su dogma. No, quiere ganar.
Cualquiera jugador del Madrid sabe que puede ser útil en algún momento y confía y se cree el discurso de su entrenador. Y por eso nadie se quiere marchar del club blanco
Los tiempos de los entrenadores no son los mismos que los tiempos de los dirigentes, de los aficionados y de la Prensa.
El lateral fue sin duda la gran sorpresa de la lista de refuerzos que Zidane presentó al club cuando aceptó volver al banquillo hace menos de un año.
Entiendo que mi compatriota haya buscado evitar cualquier lío. Eso sí, creo que piensa que el modelo de los mil pases no sería el adecuado para el Bernabéu.
El problema que tiene Bale es con el fútbol, con su club, con su vida, con su profesión, con lo que ya no es una pasión para él...
Zizou no se fía un pelo del partido de Copa sin posibilidades de arreglar las cosas en la vuelta en el estadio Santiago Bernabéu.
Zidane sabe mejor que nadie que, después de la derrota en Mallorca el pasado mes de septiembre, su puesto peligró realmente.
Zizou no cuenta públicamente lo que poca gente sabe, es decir, todo el trabajo que realizó entre el 31 de mayo de 2018 y el 11 de marzo de 2019.
Hoy el equipo blanco va a jugar en casa, en una de sus 'casas'. Pese a quien le pese, los saudíes también tienen derecho a disfrutar de su equipo: el Madrid.
Ayer en conferencia de Prensa, Zidane salió un poco de lo políticamente correcto y admitió sentirse "un poco más identificado con Isco" que con los demás.
Benzema no tiene mucho que mejorar en cuanto a lo estrictamente deportivo. Seguir con lo del año 2019 sería de por sí realmente magnífico.
El míster francés sabe hacia dónde va en cada momento su Real Madrid, pero no está obsesionado con los esquemas, con la pizarra.
El míster lo controla todo porque piensa que cualquier detalle puede tener su importancia en el destino de un partido.
Voy a discrepar de Zinedine Zidane. Algo inédito en mí pero necesario esta vez. Así que me hago esta pregunta: ¿Peca mi compatriota por exceso de humildad?-
La presencia de Modríc en la gala de entrega del Balón de Oro y su sinceridad a la hora de entregar el trofeo a Messi han dado la vuelta al mundo.
Los que piensan que Zidane ha descubierto a Valverde de repente se equivocan gravemente.
Todavía tengo en mente algunas voces altas y peligrosas que llamaban a la revolución en el vestuario a final de la temporada pasada.
Menos mal que Zinedine Zidane no se deja perturbar por los desplantes del 11 madridista ni por los efectos de estos tanto en los medios como en la opinión pública.
Todo apunta a una ola de fondo nacida en el seno de la población francesa, que no entiende como Benzema puede estar fuera de los Bleus.
Benzema ha subido en el escalafón madridista sin hacer ruido, sin quejarse nunca incluso cuando le pitaban y le insultaban. Ha alcanzado lo más alto con gran humildad.
Página14