Ganas de Vinicius

Hasta que Kylian Mbappé no haya puesto su firma al final de un contrato con el Madrid y que no haya vestido la camiseta blanca para disputar su primer partido, Vinicius Júnior seguirá siendo el jugador más desequilibrante de esta plantilla. Y quizás de toda la Liga. Así que esta noche en el Benito Villamarín habrá que confiar en las cualidades tan diferentes a las de los demás que posee el todavía joven delantero brasileño. La verdad es que, después de sus dos increíbles goles de la semana pasada en Valencia contra el Levante, tengo una ganas tremendas de verle de nuevo y de tener una respuesta un poco más clara a la pregunta que se hacen muchos madridistas. ¿Fue esta hazaña flor de un día de final de verano o realmente ha progresado Vinicius en lo que fue su gran problema hasta ahora?

Hablamos por supuesto de sus limitaciones a la hora de definir, en la precisión del último gesto, en su capacidad de escoger lo mejor para para poder alcanzar su meta deseada, es decir el gol. No fallar delante de la portería después de haber incendiado la defensa contraria es lo único que le falta para subir de categoría y ser considerado como un titular imprescindible. Sé que Zinedine Zidane trabajó mucho con él para intentar mejorar esta carencia y parece que eso empieza a dar sus frutos. Y sé que el gran Carlo Ancelotti le va a cuidar también.