La opinión

Un Madrid Feliz

El base dominicano fue el mejor en el primer partido ante el Valencia Basket, con 18 puntos y 22 de valoración.

Andrés Feliz, en el primer partido ante el Valencia Basket.
JAVIER GANDUL | DiarioAS
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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El titubeante comienzo de temporada del Real Madrid, más en la Euroliga que en la ACB, está muy relacionado con la adaptación de sus nuevos fichajes. La plantilla blanca, tan estable en los años anteriores, sufrió cambios profundos. Y los que vinieron no supieron ocupar el sitio de los que se fueron. Tampoco era fácil. El curso fue avanzando con una irregularidad inmensa, sobre todo en Europa, y con dos finales perdidas ante el Unicaja, en la Supercopa y en la Copa, pero el Madrid sí se ha agarrado con fuerza a la Liga, donde ha encadenado rachas imponentes. Una gran parte de culpa radica en que alguno de estos jugadores fue entrando en la dinámica. Muy especialmente, uno de ellos: Andrés Feliz. En su desquite hay que decir que estuvo lesionado, quizá por eso tardó más en brillar. Pero el Madrid es ahora un equipo feliz, gracias en parte al juego del base dominicano, que funciona al timón como relevo de Facundo Campazzo, y también al lado del argentino, con aportación en defensa y en puntos.

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El mejor ejemplo fue el primer partido de la final ante el Valencia, donde se erigió en el MVP. Supo frenar a su compatriota Jean Montero, una de las sensaciones de la Liga, jugador fundamental en las filas taronjas, pero además sumó 18 puntos y seis rebotes, que le elevaron a 22 de valoración. No todos los fichajes pueden decir lo mismo. Por ejemplo, Serge Ibaka, que sí tuvo algún destello durante la campaña, ni siquiera ha comparecido en el playoff. Son casos diferentes. La irrupción de Feliz ha sido decisiva en los esquemas de Chus Mateo. Este domingo toca el segundo asalto, y otra vez tendrá enfrente a Montero. En buena lógica, el Valencia hará una mejor propuesta que en el primer partido, donde no pudo desarrollar su esencia. En la final de 2017, el Madrid también se puso 1-0. Y luego perdió. Todo puede cambiar, claro. Pero entonces no estaba Feliz.

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