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Se busca el gol perdido en Alemania

Enrique Ballester y nuestro compañero de columna Javier Aznar estarán exultantes porque Don Propia Puerta, el autogol, es, con diferencia, el mayor goleador de esta Eurocopa. Brilla más que los dientes de Ryan Gosling en Barbie. El gol en propia puerta ha aparecido en grupos, en octavos y en cuartos, presente en todas las fases del torneo. Es MVP indiscutible, con diez tantos, así que cabe preguntarse si estamos ante una simple anomalía estadística o hay algún factor que explique estos registros.

A bote pronto, se me ocurren varios motivos: las defensas están jugando más atrás, lo que propicia una mayor acumulación de jugadores en el área. Y con tantos jugadores defendiendo, los desvíos se vuelven más frecuentes. Otro motivo facilón podría ser que hablamos de jugadores que no actúan juntos regularmente y, por tanto, la comunicación no está en los mismos niveles que en las ligas nacionales. También puede deberse al cansancio, jugadores que llegan exhaustos de temporadas interminables y cometen más errores. O la explicación puede ser muchísimo más sencilla: la mala suerte, el simple azar. A veces un gol en propia puerta no es más que eso: un gol en propia puerta.

Pero más allá de teorías o conjeturas estadísticas, lo cierto es que el gol en propia puerta está sobresaliendo en esta Eurocopa porque, hasta el momento, está siendo un torneo rácano en cuanto a goles en tiempo reglamentario. Véase el caso de Francia, que llega a semifinales con el asombroso registro de solo tres goles a favor, dos de ellos, adivinad, sí, en propia puerta de los equipos rivales. Y otro, de penalti. Pero claro, la improductividad ofensiva francesa está teniendo su eficaz contrapeso defensivo: solo han recibido un gol en contra en todo el torneo y este también fue de penalti. Nunca antes una selección había llegado tan lejos sin marcar un solo gol en jugada ni tampoco ninguna selección había llegado tan lejos sin encajar un solo gol de jugada elaborada.

¿Está el rigorismo táctico asfixiando el fútbol de selecciones? Eso parece. Fue Thierry Henry el que dejó una de esas frases que pide mármol lacrado: “A veces en el fútbol tienes que marcar goles”. Pues la Eurocopa de Alemania está demostrando que ni eso.

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