Rubiales busca un respaldo a la búlgara
Víctor Francos, presidente del CSD, declaró anteanoche enfáticamente en ‘El Larguero’: “Si la Federación no interviene, intervendremos nosotros”. ¿De qué guindo se ha caído este hombre? No está siendo precisamente el mundo del fútbol un sector que se distinga en las críticas, sino que más bien ha recibido el caso con un silencio cómplice cuando no con comentarios por lo bajinis que le restan importancia. Salvando las excepciones de David Aganzo y Ángel Torres, en el fútbol no veo incomodidad ni crítica. Empezando por Infantino, presente en la escena, y siguiendo por Ceferin, que aún tiene a Rubiales entre sus vicepresidentes de la UEFA.
Respecto a éste, ya saben que ha convocado Asamblea Extraordinaria de la Federación para mañana. Un congreso de 140 personas de las que el 95% son hombres y esto tendrá la importancia que cada cual le quiera dar. Quizá no mucha, dado que ninguna de las mujeres (hay una vicepresidenta de Igualdad) ha dicho tampoco ni pío. La guardia pretoriana son los presidentes de regional, ninguno de los cuales es mejor que Rubiales en nada. Luego hay una nubecilla de empleados (Medina Cantalejo, los seleccionadores…), los clubes, que sólo se preocupan de que no les manden arbitrajes aviesos, y jugadores y entrenadores, dependientes de estos.
No es fácil que de ahí salga nada salvo un largo lagrimeo y un repaso-autobombo de las inversiones hechas por la Federación en el campo femenino, ya conocidas y glosadas. Mientras, la calle se sigue preguntando cómo llegó un hombre así a un puesto tan delicado y cómo puede ser que después de haber dado del país una imagen tan troglodita siga en el cargo. Desde luego no habrá en esta asamblea (haría falta un tercio para pedir una moción de censura y dos tercios que la votaran después para cesarle) quien tire la primera piedra. Y ya que Víctor Francos se hace el Don Tancredo, bien podría actuar la Fiscalía, a la que van llegando denuncias.