Pachuca, exigido por una derrota inesperada
El conjunto mexicano era favorito ante el Salzburgo pero cayó por 1-2

En los cálculos de los Tuzos, la victoria frente al equipo austríaco era obligatoria. Ahora necesitan un milagro ante un Real Madrid que les superó en la Intercontinental...
Seis meses después. La nueva organización de los torneos FIFA ha hecho posible que esta temporada tengamos dos encuentros oficiales entre el Real Madrid y el Pachuca, algo absolutamente inimaginable en el fútbol de antaño. En el primero de ellos, la final de la Copa Intercontinental disputada en diciembre en Catar, los blancos se impusieron por un claro 3-0 pese al buen arranque del conjunto mexicano, que fue perdiendo fuelle con el paso de los minutos. ¿Han cambiado mucho desde entonces en los Tuzos? De entrada se ha hecho efectivo un cambio de entrenador que ya estaba previsto: Guillermo Almada dio por concluido su exitoso ciclo en el club y se marchó tras la derrota en los cuartos de final del Clausura ante el América. Le sustituyó Jaime Lozano, un técnico cuyos mayores éxitos habían llegado con la selección mexicana. Con la Olímpica logró la medalla de bronce en los Juegos de Tokio de 2020, y siendo interino del combinado absoluto levantó la Copa de Oro de 2023. Ese título le valió el cargo ya de manera definitiva, pero duró poco en él: fue destituido después de la eliminación en la primera fase de la Copa América 2024 en un grupo en el que se clasificaron Venezuela y Ecuador. Lozano ha estado desde entonces casi un año sin trabajar hasta que asumió la posición en el Pachuca hace menos de un mes. Y aunque en el once titular del estreno ante el Salzburgo en este Mundial de Clubes repitieron seis jugadores con respecto al que se midió al Madrid, la plantilla también ha sufrido modificaciones importantes. Se han ido Nelson Deossa al Monterrey o Borja Bastón al Granada, y las llegadas más significativas han sido las de los centrales Federico Pereira (Toluca) y Eduardo Bauermann (Everton de Viña del Mar), la del extremo Kennedy (Real Valladolid), la del centrocampista ofensivo Agustín Palavecino (a préstamo desde el Necaxa) y la del muy interesante delantero John Kennedy (cedido por el Fluminense). Sin embargo, los puntos fuertes siguen siendo más o menos los mismos: el poderío físico de Salomón Rondón en punta, el equilibrio de dos buenos jugadores en la medular como Pedro Pedraza y Elías Montiel, el balón parado del lateral zurdo Bryan González y el desborde de un Oussama Idrissi que causó baja ante el Salzburgo por una leve lesión muscular.
Nadie contaba con perder. En los cálculos del Pachuca, lo lógico era empezar ganando a los austríacos, perder contra el Madrid y jugarse en un duelo a vida o muerte ante Al Hilal la segunda plaza del grupo. El tropiezo frente al conjunto de la bebida energética obliga ahora a un milagro contra los blancos, ya que no bastaría con los tres puntos ante los saudíes. Ese resultado negativo tuvo mucho que ver con la falta de acierto de un Rondón que ha firmado un gran curso -especialmente en el Clausura, por lo que llegaba enchufado- pero que, sin embargo, en este encuentro dispuso de varias situaciones muy claras que desaprovechó frente a un joven guardameta, Christian Zawieschitzky, al que convirtió en figura. En la acción del 1-2 definitivo, la superioridad con la que Karim Onisiwo remató de cabeza en el área hizo que toda la hinchada de Pachuca echara de menos al central ecuatoriano Andrés Micolta, lesionado de gravedad. Y aunque es una de las zonas en las que el club se ha reforzado, también es donde puede haber más diferencia en los duelos directos con los atacantes del Real Madrid.
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