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Mbappé, los goles y la cuenta de la vieja

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Una semana le queda al Real Madrid para responder a los interrogantes que ha dejado su gira por Estados Unidos. Se cerró con la derrota frente a la Juve y los tres goles que recibió en un partido que manifestó desequilibrios en todas las zonas del campo. En muchos aspectos remitió al enfrentamiento con el Barça: varias oportunidades desaprovechadas, débil respuesta defensiva y dificultades para interpretar el sistema, el 4-4-2 que está para quedarse, o eso insinuó Ancelotti. Del desigual recorrido americano del Madrid se extraen dos conclusiones: la acentuada nostalgia por Benzema y el redoble de tambores en la ‘Operación Mbappé’.

Sin ocultar los errores del equipo, Ancelotti se ha declarado satisfecho con el rendimiento general. Pocas veces se ha visto tan claro en el Madrid que la pretemporada es tiempo de pruebas. La salida de Benzema y el ingreso de Bellingham afectan profundamente al sistema. Del 4-3-3 se ha pasado al 4-4-2. No hay otro remedio, salvo que Joselu adquiera la condición de titular y le coloquen dos extremos (Vinicius y Rodrygo) para aprovechar sus cualidades en el juego aéreo. Ni en estas condiciones está asegurado el cambio de esquema. Joselu fue titular contra la Juve y el esquema no varió. Bellingham ocupó la media punta.

Ancelotti considera que Bellingham tiene más provecho en el vértice delantero del rombo que en cualquier otra posición del medio campo. Reconoce que su versatilidad y probablemente la utilizará con frecuencia durante la temporada, pero el técnico italiano quiere goles del jugador inglés, en parte porque sabe llegar y rematar, pero también porque a la delantera del Madrid no le sale la cuenta de la vieja.

Ningún delantero del Madrid, ni ningún otro jugador de la plantilla, ha marcado 20 goles en la Liga. En la temporada, 2021-22, Vinicius se acercó a esa frontera con 17 tantos. En la última edición del campeonato anotó 10. Rodrygo llegó a nueve. Son cifras que probablemente pesan en la cabeza de Ancelotti. Cuando se hablaba de la irregularidad goleadora de Benzema, indiscutible en la primera mitad de su carrera en el Madrid, se olvidaban sus picos: dos veces consiguió más de 20 goles entre 2010 y 2018 (21 en la temporada 11-12 y 24 en la 15-16). En esos dos años, Cristiano Ronaldo, que tapaba el sol a cualquier delantero, marcó 45 y 35 goles.

Benzema y Cristiano celebran un gol ante el Sevilla.
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Benzema y Cristiano celebran un gol ante el Sevilla.REUTERS

Benzema marcó más de 20 goles (21, 21, 23 y 27) en las cuatro temporadas siguientes al traspaso de Cristiano a la Juve. Se superó en el oficio donde se le discutía y perfeccionó su crucial papel en el juego del Madrid, hasta alcanzar un liderazgo imprevisto en la década anterior. En la última temporada descendió hasta los 19 goles, pero en sólo 24 partidos. Este año supone el adiós definitivo a una época. Primero se marchó Cristiano Ronaldo. Este verano, Benzema. Se van dos futbolistas sensacionales y una cantidad impresionante de goles.

Tiene razón Ancelotti para preocuparse. Vinicius prefiere jugar por el interior, pero es apoteósico por el exterior. O se reencarna en un nuevo Benzema, cosa nada descartable por lo menos en la producción de goles, o el Madrid se queda corto en el aspecto rematador. A Rodrygo no le falta puntería y sabe fabricarse oportunidades. Sin duda, sus estadísticas mejorarán en este capítulo, pero nadie espera que alcance cotas espectaculares en como goleador.

Ancelotti quiere que Bellingham solucione buena parte de estas carencias. Es poderoso en la llegada al área y en el remate. Jugará en un equipo que impone respeto por dónde va. Tiene pinta de gran futbolista, aunque sus estadísticas no le acreditan todavía como un goleador indiscutible. En la temporada anterior, marcó ocho goles en la Bundesliga y tres hace dos años.

Vinicius, Rodrygo y Bellingham se encuentran ante el deber de multiplicar sus cifras. Son jóvenes y les sobra calidad. No son especialistas del gol. Esta situación recuerda a la Manchester City, ganador de campeonatos ingleses en su época más coral, en la que nadie se acercaba a los 20 goles por temporada. El problema se apreciaba en la Copa de Europa. Lo resolvió con Haaland. Por esa rendija entra y se acrecienta la importancia de Mbappé.