Ellos, la voz; vosotros, la historia

Nada más pisar la hierba, mirad a la grada, recorredla completa. ¿Veis a todos esos que levantan una bufanda y gritan Atleeeti desde el mismo corazón? Grabaos sus rostros. Cada uno se cambiaría por vosotros. Por vivir esta noche ahí abajo para defender ese escudo que todos lleváis en el pecho. Pero ellos no pueden. Ellos están en la grada, recordad. Ellos solo pueden mirar, animar, poner la voz. Porque ellos no son vosotros. Pero vosotros sí podéis ser ellos. Los de la hierba. Los que pueden alcanzar la gloria, remontarle al Real Madrid esta eliminatoria, seguir hacia Múnich como equipo de cuartos. Vosotros. Los gladiadores del Cholo.

Cada uno de ellos, los otros, los que miran, animan y ponen la voz, se cambiarían y se vestirían de corto para correr como solo se corre en noches así, dejándolo todo más allá del sudor. Y la fatiga. El cansancio. El aullido del ácido láctico. Cambiar la historia está en vuestras piernas. Y no será fácil. Para conquistar esta noche habrá que lucharla. Ir hasta el límite. El fútbol siempre da la oportunidad de volver a empezar para restañar las heridas de cuyos nombres no me quiero acordar. Todas aquellas que quedaron atrás. Esta es la vuestra, vuestra oportunidad. El Metropolitano hace tiempo que dejó de ser solo cemento, asientos en rojo o un campo de fútbol. El Metropolitano ya es Calderón. Y vosotros, los jugadores llamados a morir por ello, por ellos. Quien no crea, que no venga.

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