El sentido del honor de Camavinga
El francés fue el mejor del Madrid en Londres, un líder que se entregó al máximo y demostró su valía a pesar de su expulsión.
Un futbolista te puede caer bien, mal o regular por razones tan objetivas como subjetivas. Al igual que pasa con cualquier persona de la vida ‘real’. Ese feeling, como dicen los ingleses, influye claramente en tu visión de las cosas. No hace falta que les recuerde la admiración y el cariño que le tengo a Camavinga desde que dio sus primeros pasos en el Madrid. Siempre he valorado el enorme trabajo que hace y cierto es que no he destacado sus errores como lo hago con otros. Sin embargo, pienso que todos los que vieron el partido de Londres reconocerán que mi compatriota fue el mejor del Madrid junto con Courtois.
No solo le aplaudo por la gran cantidad de balones que recuperó, por su máxima concentración y su potencia física, sino porque fue un líder cuando otros con mejor estatus dimitieron rápidamente. Su actitud y su valentía no eran las de un suplente sino de alguien que sabe lo que significa llevar esta camiseta. Claro que cierta gente me va a hablar de su expulsión (que no cambió nada por ser al final) pero esa doble amarilla fue el fruto de su magnífica y energética entrega. Camavinga es un jugador moderno que rompe las líneas tal y como requiere el fútbol moderno. Y es un hombre que demuestra su sentido del honor cada vez que Ancelotti le da una oportunidad. Ya que no podrá jugar el miércoles, espero que el míster le ponga de titular hoy. Sería buena señal.
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