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Europa no nos da la espalda, es el Atleti el que se la ha dado a Europa, porque somos nosotros los que no hemos hecho nada para estar en Europa. Ni siquiera nos han echado, nos hemos ido nosotros solitos. Un escandaloso bajonazo. Es el Atléxit de Madrid.

Lo que está claro es que este Atleti es un equipo destruido anímicamente y físicamente. Lo del martes en Oporto fue simplemente la puntilla a una racha terrible, recuerdo pocas así. Yo escribía hace unas semanas “Despiértenme en octubre”. Mejor, no me despierten tampoco en noviembre, por lo menos aguántenme dormitando futbolísticamente hasta el día en que empiece el Mundial, que no sé ahora mismo cuánto me interesa, esa es la verdad, ya que yo no soy un loco apasionado del fútbol capaz de tragarse un Australia-Qatar, sin ir más lejos, aunque puedo ver con auténtica pasión un veraniego Atleti-Unión de Aravaca. El amor es así.

Volviendo al desastroso Atleti del último mes y de los últimos días y de las últimas horas, tenemos simplemente lo que nos merecemos. Una eliminatoria de Copa del Rey contra el Almazán a un solo partido es nuestra final de Champions. Por cierto, me encanta ese lugar y lo he visitado últimamente 3 ó 4 veces para tocar allí: pues contra el Almazán, nos jugaremos lo poco que nos queda por jugar esta temporada, rota en dos partes por un Mundial absurdo en una época absurda en un lugar absurdo. Todo va a ser raro, y para los del Atleti, más. Porque sin jugar en Europa todo es mucho más triste. Nos quejábamos de quedar fuera de la Champions… mirando con ojitos raros la Europa League. Ahora nos quejaremos también de quedar fuera de la Europa League… y miraremos con ojitos raros la Copa del Rey. ¿Se habrá acabado la era Simeone en Oporto? Muchas voces lo aseguran.

El caso es que en Almazán deben estar ahora mismo frotándose las manos, esperando a un Atleti sumido en una tremenda crisis. En Los Pajaritos (donde parece que se jugará la eliminatoria), empieza la remontada. Regálame una Copa del Rey, Atleti, y te perdono. O no.