Despiértenme en octubre

No hay nada peor que el aburrimiento. En la vida, en un viaje o en el fútbol. Este Atleti, hoy, me aburre. Podría consolarme diciendo que el fútbol actual, en todo el mundo, aburre, pero me centraré en mi propio aburrimiento sin usar el mal de muchos, consuelo de tontos. Lo que más me aburre puede que sea saberme el guión de memoria con solo unos pocos partidos jugados en Liga y Champions: especulemos en el primer tiempo y apretemos en el segundo, sobre todo a partir del minuto sesenta, que ya sabemos todos lo que significa. Griezmamn debería cambiarse el número 8 de su camiseta por el 60. Saberse ese guión ya sería aburrido, incluso aunque hubiéramos ganado los partidos jugados hasta ahora. Pero es que, encima, nos hemos dejado tres fantásticas oportunidades de cambiar ese aburrimiento por puntos ante Villarreal, Real Sociedad y Leverkusen. Podríamos decir ahora “nos estamos aburriendo, pero sumamos todas las semanas en todos los campos”. Pero no. Estamos pinchando más de lo imaginado.

Así que me niego a aburrirme en septiembre. Septiembre es un mes para ilusionarse, para soñar, no para aburrirse a la primera de cambio. Despiértenme en octubre. Simeone tiene una oportunidad estupenda contra el Real Madrid para demostrar que esto no va a ser así hasta final de temporada. Líbranos, Diego, del aburrimiento supino. Porque yo sigo siendo de Simeone contra viento y marea. A mí, personalmente, me gustaría ver a Griezmann y João Felix jugando juntos partidos de 90 minutos, y pienso que esa es la salsa que más me gusta en este Atleti 2022-23.

Sé que Simeone es un hombre de club, y que los problemas contractuales son los que son, pero yo no tengo la culpa, ni el aficionado tampoco. A ver si se arregla ese absurdo desaguisado pronto y empezamos a ver juntos a estos dos demonios. No veo otra salida en este principio de temporada que pueda aplacar mi aburrimiento. A ver si el partido contra el Madrid nos proporciona esa chispa que necesitamos para terminar de arrancar este motor.