Desastre del Athletic, ilusión del Betis

Tenía la ilusión de que España pudiera tener representante en cada final europea, pero en San Mamés sobrevino una catástrofe inesperada que deja en la práctica fuera al Athletic. Lástima. La final será en San Mamés y el club bilbaíno la veía con esperanza, cimentada en un equipo suficientemente bueno. Pero todo se descompuso en una sola jugada, penalti y expulsión de Vivian, por agarrón en el área. Me temo que la tolerancia que existe en nuestro campeonato con los agarrones en las áreas no es compartida por ahí fuera. Ese penalti fue el 0-2 mediada la primera parte, y aún llegó el 0-3 antes del descanso.
En Sevilla, el Betis consiguió un 2-1 que no sentencia nada, incluso crea cierta inquietud con vistas a la visita a Florencia, pero que se atenúa si pensamos que dejó la impresión de ser más equipo que el italiano. Isco está jugando mejor que nunca, casi obliga a poner la televisión cada vez que juegue. Es un regalo a la vista. En el primer tramo del partido se le vio poco, pero a partir de entrar en juego marcó la línea de superioridad del Betis. La distancia es corta para los méritos, estuvo muy cerca del gol tres veces más (De Gea le hizo una parada tremenda a Bartra) y concedió el 2-1 en una desatención defensiva absurda.
Españoles aparte, la noche tuvo otras cosas en que fijarse. Por ejemplo, en los insólitos recortes del primario Maguire a Jauregizar en el primer gol del Manchester, marcado por Casemiro que, por cierto, está en muy buen uso. Vista la inestabilidad de la media del Madrid, se hace especialmente doloroso el recuerdo de su marcha. En los otros campos, el Chelsea liquidó al Djurgarden a domicilio, y el Bodo-Glimt se permitió un rayo de esperanza cuando alcanzó el 3-1 en el Tottenham Stadium. El partido de vuelta, en su campo de hierba artificial y contando con la recuperación de gente que faltó ayer puede tener bastante miga.
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