Asencio, divina sorpresa

Lo decía un famoso programa de televisión presentado por Isabel Gemio: ¡Sorpresa, sorpresa! La verdad es que no imaginaba escribir hoy una columna de opinión sobre un partido Manchester City-Real Madrid en la repesca de la Champions. Simplemente porque estaba convencido de que estos dos clubes iban a pasar directamente a los octavos. Y tampoco me veía estar diciendo a través de esas líneas que Raúl Asencio era la mejor garantía defensiva del Madrid en este encuentro tan importante. Pues, cosas de la vida y del fútbol, cosas de la cantera sobre todo. La Fábrica madridista es muy buena, igual de buena que la del Barça pero, por una razón que se me escapa, los culés saben ponerla en valor mucho mejor que los merengues. Incluso, es parte de su famoso relato (que vale para todo).

El Madrid tarda en reconocer la aportación de los chicos de casa y viene bien que, de vez en cuando, un jugador como Asencio irrumpa de grandiosa manera, recordando que sí, que hay cantera en Valdebebas. Todo me gusta de él. Su velocidad a la hora alcanzar al rival, su concentración en cada segundo del partido, su capacidad de adelantarse adivinando las intenciones del adversario, su potencia física. A pesar de su poca experiencia en Primera, no le asustó nadie del Atlético y no le va a asustar nadie del City. Con Asencio, y como cuenta un mítico anuncio: “Me siento seguro”.

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