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Ancelotti queda pendiente de Rüdiger

El hombre propone y Dios dispone. Ancelotti, como Simeone la víspera, reservó titulares con vistas al derbi del domingo. Pensó que podría ganar sin ellos, como ocurrió, y de paso aliviar fatigas y presentar un equipo fresco el domingo. Ganó, pero con un coste imprevisto que le golpea de lleno en la zona más escasa y castigada de la plantilla, el centro de la defensa. Rüdiger se tuvo que retirar tras un golpetazo con Greenwood que hizo temblar la tierra. Lo que tiene es lo que en fútbol se conoce como bocadillo y le convierte en duda seria. Tchouameni, el remiendo para ese puesto, se llevó una amarilla, la quinta de la cuenta.

Esas fueron las dos malas noticias para el Madrid. Las dos buenas fueron los goles de Joselu, ese delantero eficaz que está contrastando tanto en la función de suplente para el eje del ataque con sus antecesores en ella, Jovic y Mariano. Alto, fuerte, irruyente, no se complica en cosas superfluas, llega al remate con facilidad, gana duelos por arriba y también por abajo. A sus dos goles pudo sumar un tercero, pero fue generoso con Vinicius, al que dejó en mejor posición que la que él tenía. Si Vinicius no marcó luego fue porque tras tumbar a Soria disparó con demasiada displicencia, pero la decisión previa de Joselu tuvo lógica, además de generosidad.

El Getafe puso pocos problemas atrás, dicho sea de paso. Y tampoco fue ese equipo antipático y peleón que pone habitualmente las cosas tan difíciles. Descontando a Damián, que empezó dándole un cachete a Vinicius y luego estuvo buscándole las cosquillas sin encontrárselas, el Getafe fue un equipo sin espinas. Y arriba no hizo peligro hasta la segunda parte, cuando Greenwood, un jugador excelente, pasó de la banda izquierda a la derecha, donde se desenvuelve mejor. De todo aquello resultó un partido de tono medio, con un Bellingham resucitado en la segunda mitad y con ese poso de seriedad en todo lo que hace el Madrid, que tan cómodo se siente en el papel de líder, ya recuperado. Y ahora, a esperar el derbi, que promete.