Se nos va un mago del Bernabéu

Se nos va un mago del balón. Un futbolista de culto. Un jugador que llegó al Bernabéu como meritorio, que pronto se convirtió en torero de alta escuela y que finalmente pasó a un segundo plano por más errores propios que ajenos. El malagueño es de esos futbolistas que habrían llegado tan lejos como hubiesen querido porque el talento, cuando se tiene a espuertas, sólo se queda sin rentabilizar si uno se despista en el empeño. Pero en un día como hoy sólo apetece darle las gracias. Gracias por ese gol triunfal ante el Betis en su mágico debut en el Bernabéu, por aquel partidazo en Gijón que fue determinante para ganar la Liga de las dos unidades de Zidane en 2017, por sus dos magníficas Champions que le dieron la titularidad en las finales de Cardiff y de Kiev, por su apoteósica exhibición con la España de Lopetegui ante Italia...

Isco se va del Madrid consciente de que el club le dio más a él de lo que él ha devuelto. Su arte sólo lo hemos visto con cuentagotas, pero esas cosas que hacía con el balón tan diferentes le justificaban a muchos aficionados pagar el precio de una entrada... Tampoco olvido que en la última media hora de la final de Lisboa ante el Atlético del Cholo, tanto él como Marcelo fueron determinantes saliendo desde el banquillo. La Décima lleva el sello de estos dos artistas que se nos van para siempre. Gracias por todo.