El proyecto de Ronaldo se merecía este ascenso
Imaginábamos una noche para recordar y que había que vivir. El resultado fue una noche soñada y un ascenso muy merecido. Porque el Real Valladolid ha sido el equipo que mejor ha jugado al fútbol esta temporada en Segunda. Eso es incontestable. También había sido el que más fallos inesperados había cometido, hasta que el 'Alcorconazo' del Eibar ha puesto las cosas en su sitio. Parto de la base de que Almería, Eibar y Valladolid merecerían subir los tres. Han sido dominadores y muy superiores a sus rivales durante todo el año. El playoff es muy emocionante y atractivo, pero también muy injusto con el tercero. El Eibar le ha sacado diez puntos a Las Palmas y puede quedarse sin subir. La situación tiene un punto evidente de injusticia.
Pero, afortunadamente, el Real Valladolid ya no tiene que vivir esa situación. En los últimos minutos de la última noche todo dio un giro inesperado de guión, esta vez sí, en favor de los blanquivioletas. Fueron noventa minutos de pasión, de nervios, de tensión, de emociones, de sufrimiento y, sobre todo, de transistores. Y con un final feliz para los colores blanquivioletas. Pocas cosas puede haber más emotivas que ver Zorrilla lleno celebrando un ascenso. Ya pasó hace cuatro años ante el Numancia y hace diez ante el Alcorcón. Y las sensaciones han sido las mismas aunque esta vez los condicionantes le añadieron mucho más misterio a todo.
Fue espectacular ver en las caras de los aficionados de Zorrilla la ilusión que con el paso de los minutos se estaba creando hasta que todos juntos explotaron con el gol del Alcorcón y con el pitido final. Atrás quedaban 42 jornadas y nueve meses de sufrimientos, alegrías y altibajos. Pocas competiciones como la Segunda son tan duras y tan difíciles de gestionar. Tiene mucho mérito pasar de los 80 puntos, como lo ha hecho el Real Valladolid.
Y ahora llega el momento de las valoraciones. La primera en torno a Pacheta, cuestionado en algunos momentos puntuales, pero siempre siendo el líder que ha puesto el punto de positivismo que tan importante ha sido a lo largo de la temporada. Ha logrado el objetivo para el que fue contratado. Como lo ha logrado Fran Sánchez, un director deportivo que ha demostrado a orillas del Pisuerga que ha sabido manejarse en situaciones tan complicadas como contar con casi 40 jugadores en la pretemporada o gestionar el mercado invernal con salidas como las de Alcaraz y Olaza y fichando a jugadores que han sido decisivos como Monchu o Iván Sánchez. Su labor ha tenido mucho mérito.
Es momento también para valorar la gestión de Ronaldo y su equipo de trabajo, siempre cuestionados y estando sometidos a la enorme exigencia que tiene un club como el Real Valladolid que, a día de hoy, está más consolidado, equilibrado económicamente y con unas instalaciones y planes de futuro que hacen ilusionarse a la afición. Visto desde fuera, y también desde dentro, el Real Valladolid me parece un club ejemplar y modelo a seguir.
Nota altísima para la plantilla, sin personalizar en nadie porque sería injusto, pero siempre comprometida y recuperándose de grandes contratiempos como la derrota sufrida ante la Real Sociedad. Y no me olvido de la afición, impecable, viajando con su equipo, empujando desde la grada como nunca. Ha sido ese jugador número doce tan necesario.
Es momento para disfrutar y para valorar lo importante que es volver a tener un equipo de Primera División. Si las cosas se hacen bien y se gestiona con sentido común este club tiene un futuro extraordinario. Ronaldo, superado el traspié del descenso, sigue con su hoja de ruta.