Los fichajes son Vinicius y Rodrygo

Cuando el Madrid perdió la final de Copa ante el Depor en el famoso Centenariazo en el Bernabéu (6-3-2002), Jorge Valdano dijo una frase genial que resolvió rápidamente el problema: "El luto en el Real Madrid sólo dura 24 horas". Pues con Mbappé dura bastante menos. Kylian no vale ni un cuarto de título. El Madrid y sus gloriosos 120 años de historia están muy por encima. Por eso, entiendo que haya aficionados que piensen que para cerrar la herida abierta por el parisino sea necesario fichar apresuradamente un galáctico, aunque no sea especialmente necesario para el segundo proyecto de Ancelotti en esta gloriosa segunda era del italiano.

Soy consciente de que si traes a Lewandowski fichas 35 ó 40 goles y encima le quitas al Barça una de las pocas ilusiones que le quedan tras un annus horribilis. También valoro que contratar a Dembélé, que queda libre, sería otro rejonazo en el orgullo azulgrana y además cubriría el hueco que en realidad iba a ocupar Mbappé en el Madrid de los próximos años. Y si el elegido fuese Cristiano, los nostálgicos como yo tendríamos un vintage maravilloso rescatando aquellos buenos viejos tiempos. Pero prefiero ser honesto y justo con el bendito presente que ya tiene esta maravillosa plantilla. Vinicius es una estrella mundial (para mí por encima de Mbappé) y Rodrygo lo va a ser en poco tiempo. Lo mejor está en casa. En realidad, Kylian nos ha hecho un favor.

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