Las dudas toman el Puente Aéreo
Las risas, como las crisis, van por barrios. En las rivalidades deportivas, nunca puedes reírte demasiado, por lo que te puedas encontrar al día siguiente. Esa es la última sensación que emanan los dos enemigos históricos del baloncesto español. Después de tres meses de una inexplicable caída en barrena, el Real Madrid ha retomado el vuelo. Justo a tiempo. El equipo de Pablo Laso, que vio peligrar incluso el factor cancha para los playoffs de la Liga ACB, ha encadenado cuatro victorias consecutivas, su mejor racha en este aciago tramo. Lo más importante es que dos de esos triunfos han llegado en su cruce de cuartos de la Euroliga contra el Maccabi, lo que sitúa a los blancos con tres match ball para entrar en la Final Four. El primero, este mismo martes en Tel Aviv. De hecho, el Madrid es el único equipo que ha ganado sus dos primeros encuentros en esta fase. El segundo, además, con un resultado abrumador: 95-66. Laso, viejo zorro, ya ha advertido que ese marcador no es fiable, que ahora toca “partido nuevo”, que no quiere euforias, que bastante ha sufrido ya este año…
Las dudas han tomado el Puente Aéreo. Travesuras del deporte. El Barça, que durante esos tres meses de crisis blanca parecía devorarlo todo, viaja a Múnich con la obligación de ganar uno de los dos choques para recuperar el factor cancha que cedió en el Palau Blaugrana. Su derrota ante el Bayern no fue un tropiezo esporádico. De sus últimos diez partidos, el equipo de Saras Jasikevicius ha perdido la mitad. Mientras el Madrid ha enlazado cuatro victorias, el Barça ha sumado sólo dos. Lo dicho: la risa por barrios. Cuando se le preguntó este lunes a Laso si la resurrección llegaba en el mejor momento, respondió afirmativamente. En consecuencia, también es el peor momento para que la incertidumbre se tiña de azulgrana. Nada está perdido, ni ganado. Ni aquí, ni allá. Esta semana se juegan partidos nuevos.