El chándal de Pellegrini

Con el once del Betis cantado, sin casi lugar a incógnitas, la gran duda verdiblanca de la final residía en la vestimenta que eligiría Manuel Pellegrini. Cosas suyas, o posiblemente de ese amante del 'Kiricocho' que es su segundo Rubén Cousillas, el entrenador chileno se ha acostumbrado a vestir el chándal en una maniobra que parece responder más a la superstición que la comodidad. Así que volvió a haber chándal... y llegó la Copa.

Aunque tal vez estemos ante una metáfora, simplemente. Al Ingeniero le dieron una plantilla mediocre, incompleta y deslavazada, repleta de jugadores que ni fu ni fa y con otros cuya intermitente calidad sólo había aparecido a cuentagotas... Y la ha convertido en un grupo ganador y lleno de fe que se mueve por lo alto de la tabla y, 17 años después, levanta un título. Manuel, que viste deportivo pero con mucha elegancia, ha logrado convertir el chándal en un traje.

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