Todo padecimiento es poco

Victoria. El Atlético sufrió horrores para derrotar a un buen Cádiz. Lo del sufrimiento no es novedad, todo hay que decirlo, pero ante el conjunto andaluz hicieron los del Cholo otro ejercicio de supervivencia. Bien es cierto que el equipo está muy mermado por las bajas y que pesa el próximo encuentro de Champions. Padeció mucho el Atlético, pero a final de temporada seguro que se acordará de estos tres puntos. A su manera, o sea con sufrimiento, el Atlético sigue adelante, en la pelea por acabar entre los cuatro primeros. Cuando acabó el encuentro, el equipo madrileño celebró a lo grande el triunfo, una muestra de lo que costó obtenerlo.

João Félix. El portugués se encuentra en estado de gracia y se demostró en la acción del primer gol. Estuvo muy intutitivo a la hora de adivinar lo que iba a hacer el portero del Cádiz y luego definió con una gran tranquilidad. Poco a poco João Félix se va acercando a las cifras goleadoras que debe tener un jugador de su calidad. Ha marcado seis goles en LaLiga y sigue con su idilio ante el gol, pues venía de hacer un doblete ante el Betis.Nadie discutió nunca la calidad del punta del Atlético, pero ahora se le ve convencido de lo que hace, conocedor también de su importancia en el equipo.

Ambiente. Llovió mucho antes del partido y la noche no invitaba precisamente a acudir al estadio, pero aùn así la hinchada acudió al Wanda Metropolitano (50.573 espectadores). Le dio colorido la afición del Cádiz, entusiasta y jaleosa donde las haya. Los seguidores cadistas se hicieron notar y festejaron a lo grande el tanto de su equipo. Formidable la afición del conjunto andaluz. Así hay que vivir todos los encuentros.

El colegiado. La noche la calentó el árbitro González Fuertes, de nuevo horrible. En el Atlético aún se acuerdan de las manos de Lodi ante el Levante. El colegiado no contentó a nadie, se apresuró a expulsar a Reinildo para luego rectificar al ser avisado por el VAR de que la acción no merecía tanto castigo. Luego expulsó a Javi Serrano. Y la lió con el banquillo visitante. Un espectáculo que encendió a la parroquia rojiblanca.

Manchester. El martes habrá más de 3.000 seguidores del Atlético en Old Trafford, en uno de los partidos más importantes de la temporada. La hinchada cree en el pase y si los seguidores creen, el equipo debe mostrar que puede desde el primer minuto. En el partido de ida el conjunto madrileño fue muy superior y lo peor fue el resultado. En Manchester el equipo quiere escribir otra página de oro de su historia. Ayer se cumplieron dos años del triunfo ante el Liverpool, un partido que marca el camino del Atlético en la cita del martes.