Necesario y obligado reseteo

La Real Sociedad debe volver a empezar. En mitad de la temporada, y a pocos días de un partido que puede marcar el resto de la temporada, el equipo txuri-urdin está obligado a resetear, reiniciar su disco duro, apagar y encender para recuperar sus señas de identidad. El derbi vasco lo único que ha hecho ha sido evidenciar que, aunque está muy bien eso de ser flexible y moldeable, el verdadero éxito siempre se consigue siendo fiel a ti mismo. El recurso de variar es positivo, porque te permite ser competitivo en determinados momentos de la temporada, pero siempre y cuando tu objetivo sea el de la victoria. Me explico: la Real no puede salir nunca, en ningún partido y bajo ninguna circunstancia, a empatar un partido. Porque es algo que tradicionalmente no le sale bien. Es más, puede acabar en catástrofe, como le ha pasado en el derbi vasco.

Que sí, que entiendo las circunstancias en las que afrontaba el partido equipo realista. Físicamente muy tocados, mentalmente con medio pensamiento en el jueves contra el Leipzig, y emocionalmente con la sensación de que en esta ocasión el derbi vasco le molestaba hasta un poquito. Y si enfrente tiene a un rival, el Athletic Club, que lo había preparado como una especie de revancha de lo que pasó en la final de Copa, pues el descalabro se veía venir. Porque los derbis vascos se compiten como si no hubiera un pasado ni un mañana. Y cuando no lo haces, normalmente el golpetazo es morrocotudo. A pesar de que estuviera el equipo cansado, eché de menos esa valentía que caracteriza a Imanol Alguacil hasta cuando plantea los partidos de otra manera a la habitual. Un ejemplo, en Leipzig la Real jugó con cinco defensas, consciente de que iba a correr más detrás del balón que a tenerlo, que es lo que le gusta tradicionalmente. Pero aún así no dudó en salir a ganar, su objetivo era la victoria, sabiendo que un empate no era malo.

En el derbi vaso no ha sido así. La Real ha salido descaradamente a empatar, y esa no es mi Real. Sinceramente, creo que Imanol se pegó un tiro en el pie. Y es la primera vez que lo pienso. Porque no es la primera que cae su Real con un 4-0. Me acuerdo del Betis este año, y el Manchester United el curso pasado. Pero su Real cayó porque quiso ir a por el partido y no lo planteó bien. Prefiero perder así que hacerlo como en el derbi vasco.

Para mi fue la Real que menos se pareció a la Real desde que está Imanol. Pero no tanto por el planteamiento, que lo puedo entender; sino por las intenciones. Lo único que no puede perder Imanol nunca son sus señas de identidad, y en San Mamés las perdió. Jugó demasiado mecánica, y no tuvo alma, no transmitió, y eso es lo que destaca siempre del equipo de Imanol. En San Mamés tenía que haber sido más consecuente y morir con las botas puestas, no ser tan calculador. No va con nosotros. Y quizá el resultado hubiera sido lo mismo, pero no las sensaciones. Así que por eso creo que la Real necesita y está obligada a resetear. Debe reencontrarse consigo misma cuanto antes. El problema es que solo tiene tres días para hacerlo. Está a tiempo de todo, pero solo podrá hacerlo su recupera su valentía. Y entonces, contra el Leipzig el golpe duro del derbi vasco no afectará tanto. Debe recuperar su esencia. Y luego ya llegará la forma de plantear el partido. Pero es otra cosa, y siempre será menos importante que la manera de encarar un partido. Confío en Imanol, pero en el Imanol que no se traiciona a sí mismo y que vuelve a ser el Imanol de la garra y el corazón. Pasemos página del derbi. Duele, pero lo que viene es muy importante.

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