El atletismo arranca como una moto
El atletismo español ha protagonizado un fin de semana apasionante. El domingo, en Nueva York, con el récord de Europa de Adel Mechaal en los 3.000, que limpia el sucio registro anterior de Sergio Sánchez; con el récord de España de Mariano García, la Moto, en los 800; con el brillo de los también mediofondistas Marta Pérez, Esther Guerrero, Saúl Órdoñez… Y el sábado, en Glasgow, con el triunfo de España en la original DNA, en la que se superó otra marca nacional en el 4x400 mixto, y donde volvió a lucir Maribel Pérez, que este curso ya había batido el récord de 60 metros de Sandra Myers y había vencido a la élite continental en Karlsruhe. Si añadimos a María Vicente, Asier Martínez y Quique Llopis, también activos en este inicio de la temporada indoor, podemos concluir que el atletismo español está viviendo un momento dulce y, sobre todo, está mostrando un esperanzador horizonte, con tres eventos internacionales en la mirilla donde habrá de dar su verdadera medida: los Mundiales de pista cubierta, en marzo, y los Mundiales y los Europeos al aire libre, en verano.
Mucho puede cambiar la forma y la progresión de los atletas propios, y también de los rivales, de aquí a entonces, pero quizá la mejor noticia es que la buena salud es general, no se centra sólo en dos o tres nombres, como ocurría antaño. Y eso que todavía falta por llegar la eclosión, que se espera más tardía, de otras figuras como Ana Peleteiro, Mohamed Katir, Óscar Husillos, Adrián Ben, Jorge Ureña, Orlando Ortega, Eusebio Cáceres, los marchadores… Entre los atletas que han lucido en este tramo, la pole se la lleva Mechaal, un talentoso mediofondista, quinto en los últimos Juegos Olímpicos de Tokio, que parece más centrado que nunca, deportiva y emocionalmente. Sus próximos duelos con Katir ya generan expectación en el tartán nacional. Si no se tuerce, Mechaal puede estar ante un gran año. Y todo el atletismo.