Semana clave para empezar el año 2022
Puede marcar la senda a seguir en la segunda vuelta de la competición. Me refiero a esta primera semana del año en la que los de Pacheta van a tener que enfrentarse a Leganés y Burgos en Liga y al Betis en la Copa. Todos los partidos en Zorrilla. Ganar los seis puntos de la Liga colocaría en una excelente posición a los pucelanos y metería mucha presión a Eibar, Tenerife y Ponferradina. Superar la Copa daría una buena inyección de moral y caer en la Copa permitiría centrarse solo ya en el objetivo del ascenso. Por eso, todo lo que ocurra esta semana será determinante y marcará el camino a seguir. Una semana en la que también será fundamental ir escapando del peligro del COVID. Con seis casos ya confirmados, los blanquivioletas están en la zona media de la tabla en cuanto a número de contagios. Salvo Sergio León, el resto de titulares se han salvado, pero no aumentar el número de contagiados ayudará a mantener el potencial deportivo. El ascenso, este año, también se gana y se pierde en el partido frente al Coronavirus.
Y empezamos mañana un año que, a poco, futbolísticamente debe ser mejor que el que termina. El descenso ha hecho mucho daño y ha frenado el crecimiento económico y deportivo del club. Lograr el ascenso retomaría la velocidad de crucero que el club llevaba desde que logró el ascenso ante el Numancia con la posterior llegada de Ronaldo Nazario. Los de Pacheta llegan bien situados. Han demostrado ser capaces de hacer un gran fútbol en muchos momentos, pero tienen que acabar con la irregularidad que les ha lastrado en toda la primera vuelta. Es verdad que hay mucha presión en torno a la necesidad de subir, pero es algo con lo que los jugadores del Real Valladolid deben saber convivir y que ya conocían cuando decidieron llegar a este club.
Y se abre mañana el mercado de invierno. Ya han ido sonando nombres tanto para fichar como para dejar salir. No vendrá mal que Fran Sánchez y su equipo rematen la plantilla y pongan remedio a las fisuras que se han podido apreciar en toda la primera vuelta. Una de las situaciones más complicadas puede ser la de decidir si dejar salir a Lucas Olaza o hacer que se quede para que pueda ser decisivo en la segunda vuelta. El rendimiento y la apatía de Olaza ha sido la mayor decepción de toda la primera vuelta. Es bastante triste que el club tenga que plantearse ceder al uruguayo porque aquí se siente desmotivado para jugar en Segunda. Si esto es así, habla muy mal de la profesionalidad del futbolista. Si Pacheta le deja salir es que la paciencia del técnico ya se ha terminado con un jugador que costó un buen dinero, que tiene un buen nivel pero que está resultando todo un fiasco. Ni ayudo a la permanencia ni está ayudando a conseguir el ascenso. Mi conclusión es que si llega una buena propuesta, bien para que se vaya cedido o se pueda ir traspasado... con un lazo.